Monstruo tiene todo bajo control
Saprissa llegó ayer a Honduras para enfrentarse hoy a las 9 p. m., al Motagua, en la final de la Liga Concacaf con todo bajo control.
Al parecer, la palabra control se les pegó a los tibaseños desde que se jugó la mejenga de ida en la Cueva pues las cosas se acomodaron de su lado, ya que la serie la van ganando 1-0 y ayer desde que los morados llegaron al aeropuerto Juan Santamaría, los invitaron a visitar la torre de control, el lugar más alto de esta base aérea.
Para los tibaseños fue una agradable experiencia ver cómo funciona el asunto y observar el brete que realizan los operadores aéreos.
Luego de una experiencia tan volada, el vuelo de los morados salió a las 8:50 de la mañana y llegaron a Tegucigalpa alrededor de las 10:15 de la mañana.
Los ticos llegaron sonrientes a Honduras, aunque tuvieron que madrugar porque les tocó estar a eso de 6 a. m. en el Santamaría.
En el aeropuerto catracho
Toncontín, en Tegucigalpa, los esperó la prensa local, pero el club solo autorizó al defensor Roy Miller para que los atendiera.
“Ya sabemos a lo que nos vamos a enfrentar. Venimos de un partido el fin de semana, pero ya hicimos la recuperación. Tenemos una ventaja, pero al mismo tiempo sabemos que enfrentaremos a un rival que juega bien y que acá será diferente”, comentó Miller sobre la mejenga ante Motagua.
“Motagua es un equipo aguerrido y va a salir con todo desde el primer tiempo, ellos con su afición van a meter presión, por lo que varios de nosotros que tenemos experiencia en jugar este tipo de partidos vamos a tratar de hacer nuestro juego.
“Tranquilo no será. Sabemos es un equipo fuerte en casa y la afición siempre es importante, un extra, por lo que trataremos de estar concentrados”, agregó.
Los tibaseños no duraron mucho en el aeropuerto y se montaron a un autobús que salió custodiado por varios oficiales hondureños que se movilizaban en patrullas de la Policía Nacional.
Tras almorzar y descansar un poco, el Monstruo tocó el balón en el Estadio Nacional hondureño a eso de las 6 p. m.
Wálter Centeno, técnico morado, no podrá contar con el defensa Yostin Salinas que salió expulsado en el juego anterior en Tibás, luego de cometerle una falta a Wálter Martínez.
Tampoco estará el portero Kevin Briceño, quien está lesionado.
Del lado catracho, el técnico Diego Vásquez recuperó a Reinieri Mayorquín, volante de contención que se perdió la mejenga de ida por acumulación de amarillas.
Según Diario Diez, Vásquez aún no define si utilizará doble contención o mandará a Emilio Izaguirre como creativo y se la jugará con Héctor Castellanos como único contención fijo.
Lo cierto es que Motagua atacará este martes con dos hombres al igual que lo hizo en San José, explica la prensa hondureña.
Amuleto de sangre. El Diario Diez contó sobre las cábalas del entrenador Diego Vásquez.
“Una de ellas gira en torno a su familia y se trata de su hermano, Gustavo Vásquez. Él es ocho años mayor que el técnico y en plática con Diez mencionó que ha venido a Honduras cuando Motagua ha ganado finales”.
“Estoy viniendo muy seguido. Vine en diciembre, en junio y ahora. Diego cree en las cábalas Cuando me ven a mí se acuerdan que han ganado las finales. Yo vine en el 98 a su primer campeonato como jugador”, contó Tavo.
Gustavo recuerda que no pudo venir a la final de Liga Concacaf ante Herediano el año pasado por motivos laborales y que Motagua perdió el título
“Hasta los dirigentes le preguntan a Diego si voy a venir. Yo tengo trabajo y por ahí voy a dejar de trabajar mejor (risas). Con Herediano no pude venir y ahora gracias a Dios vine, siempre anduve atrás de él. Le llevo ocho años de diferencia y me pregunta cosas del equipo y yo opino”.
Asimismo apunta que, con tanta final seguida del Motagua, deberá hablar con su señora para que lo deje venir más seguido a Honduras.
“Yo pienso que es importante y llega en un momento justo, él lo anhela mucho y lo viene trabajando. Saprissa es un equipo importante de Centroamérica, en Argentina es un equipo que se conoce. Él se siente bien cuando vengo”, destacó Gustavo mientras sonreía.