Iban a celebrar cumpleaños
Hace dos años Ian Daniel Montero Astúa nació y empezó a llenar de ilusión, besos, sonrisas y abrazos a su familia.
Él fue el niño que murió atropellado por una vagoneta este sábado 23 de noviembre en Santa María de Dota.
El bebito nació el lunes 20 de noviembre del 2017, él llegó a hacerle compañía a su hermano mayor, quien solo le lleva dos años, ambos eran muy unidos, siempre pasaban jugando.
La última vez que a los hermanitos los vieron reír y correr juntos fue la mañana de ese sábado, cuando pasaron a desayunar a la casa de sus abuelitos maternos.
Luego los papás, Rolando Montero y Sharon Astúa, decidieron llevar a los niños a un restaurante en San Marcos de Tarrazú para celebrar el cumple número dos de Ian Daniel.
Al mediodía estaban en la parada de buses de San Pedro de Santa María de Dota cuando ocurrió la tragedia, una vagoneta sin control atropelló a los cuatro miembros de la familia.
Rolando todavía ve a la vagoneta encima de ellos y la impotencia de no poder hacer nada por salvar a sus seres queridos.
“Todo lo vi, iba demasiado rápido, ocurrió en milésimas de segundo. No hubo tiempo de reaccionar, ni siquiera de tomar un respiro, no lo pude evitar”, expresó con dolor este padre.
La vagoneta mortal pertenece a la empresa Meco, que está realizando trabajos de mejoramiento en las carreteras de la zona. Al parecer tuvo una falla mecánica y, antes de estrellarse contra la parada donde estaba la familia Montero, chocó un carro que estaba estacionado.
Rolando, Sharon y los dos hermanitos sufrieron fuertes golpes, lamentablemente el que no los resistió fue Ian Daniel, él falleció en el Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) de Tarrazú.
El otro pequeñito sufrió una fractura en la cadera por lo que los médicos lo tuvieron que enyesar por completo y permanece internado en el hospital Nacional de Niños.
Rolando y Sharon sufrieron fuertes golpes, a ella la llevaron al hospital Max Peralta de Cartago, pero su sufrimiento más fuerte fue enterarse de la pérdida de su hijo menor.
Rolando no se explica cómo una vagoneta que está trabajando a diario puede tener una falla así.
“No es justo que inocentes paguen por un error, esto ha sido una irresponsabilidad de la empresa, siendo una empresa grande y cometen estas injusticias, lo único que les pido a las autoridades es justicia.
“Nos han provocado un dolor grande, un vacío que nada ni nadie lo va a llenar y tampoco lo pueden reparar”, dijo en medio de lágrimas el papá.
Despidieron angelito. Ian Daniel fue sepultado este lunes a las 8 de la mañana en el cementerio de Santa María de Dota, sus familiares agradecieron todo el apoyo que recibieron de sus vecinos.
El hermanito mayor de Ian no pudo despedirse porque está hospitalizado. Tampoco le han dado la dura noticia.
Doña Susan Ríos, abuelita materna de los niños, mencionó que los papás se reunieron este lunes en la tarde con los especialistas del hospital de Niños para planear cómo darle la noticia al chiquito.
El papá los recuerda corriendo juntos y compartiendo todo, esa es la imagen que quiere mantener en su mente.
“Hemos pasado las horas más dolorosas, hemos trasnochado, ni hemos querido comer, hasta este lunes comimos un poquito porque no hay ganas de nada, es un dolor inexplicable”, añadió.
Revisión. La Fiscalía Adjunta de Cartago le pidió al OIJ de Los Santos un informe de ingeniería forense que indique el estado de la vagoneta.
“Ya se presentó la solicitud a Ingeniería Forense y dependerá de ellos, con base en la agenda, el cuándo puedan realizar el peritaje y el estado mecánico, incluyendo los frenos”, informaron en el OIJ.
La familia Montero Astúa lamentó que la empresa Meco no se haya ni siquiera acercado a darles el pésame ni a preguntar por el estado de salud del otro niño.
La oficina de prensa de esta empresa dijo que están esperando el momento oportuno para buscarlos, además indicaron que están hablando con las aseguradoras por las pólizas.
El conductor de la vagoneta también tuvo heridas y sigue internado.
Nos han provocado un dolor grande, un vacío que nada ni nadie lo va a llenar y tampoco lo pueden reparar”. Rolando Montero Papá del bebé fallecido