La Teja

Adiós con vestido de graduación

- Alejandra Portuguez Morales alejandra.portuguez@lateja.cr

Enrique Javier Caldera Sandoval, el motociclis­ta que murió en un accidente de tránsito poco después de estar con su hija en su baile de graduación, fue sepultado en el cementerio municipal de San Sebastián, San José, diagonal al residencia­l Bilbao.

A “Chuchu”, como le decían de cariño, lo despidiero­n este domingo a las 2 de la tarde.

La jovencita asistió a la vela y al cementerio con el mismo vestido que usó en el baile, en la última noche que disfrutó junto a él.

La adolescent­e, de 12 años, expresó sobre el ataúd de su papá lo mucho que lo amaba y la falta que desde ya le hace. Además, decía que quién le haría esas llamadas por las mañanas, en las que siempre le daba los ‘buenos días’ y le recordaba lo que la amaba.

Gran dolor. Así lo contó doña Cándida Caldera, tía del fallecido, quien aseguró que fue un funeral muy conmovedor, que reunió a muchos de los allegados de su sobrino.

“Mi chiquita (hija de Enrique Javier) llegó con ese vestido y todos sabíamos lo que significad­a, lo llevaba porque se trataba de la despedida. Ella le decía: ‘papito, te amo, nunca te voy a olvidar’. A todos nos estremecía del dolor, porque mi sobrino siempre le dedicó tiempo de calidad a sus hijos, fue un excelente papá y por eso ella lo lloraba. El otro hijo de él, hermano de la chiquita, también estuvo muy afectado”, dijo doña Cándida.

La tía recordó que la adolescent­e también dijo durante el funeral que la noche del viernes anterior, cuando terminó el baile de graduación en San Miguel de Cartago, ella le insistió para que se quedara durmiendo con ellos, pero él le dijo que debía regresar a su casa en la ciudadela López Mateos, en San Sebastián, San José.

Los hermanos de Enrique Javier también lo recordaron por ser un gran ser humano, por siempre tenderles la mano. Félix Caldera, papá de la víctima, viajó desde Nicaragua para poder darle el adiós a su hijo.

La tía dijo que su sobrino era aficionado del fútbol americano, por lo que la familia lo vistió con un uniforme de los que usan en ese deporte y le pusieron un balón para sepultarlo.

Al final, unos exjefes de él le mandaron un mariachi para despedirlo.

Resultados de sangre. Este papá murió la madrugada del sábado anterior en la autopista Florencio del Castillo, cuando el conductor de un carro golpeó por detrás la moto de Caldera, la arrastró unos metros, la sacó de la carretera y finalmente le cayó encima.

La Fiscalía identificó al sospechoso con los apellidos Obando Vargas, a quien le hicieron las pruebas de sangre en el hospital Max Peralta para determinar si tenía alcohol en la sangre, están a la espera de estos resultados.

Obando quedó libre y sin medidas cautelares, esto luego de que confirmara­n que tiene arraigos procesales (de trabajo, domiciliar y familiar).

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TOMADAS DE FACEBOOK El baile fue una despedida de este papá.

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