Se lo tragó la tierra
El comerciante Guillermo Fonseca Sandoval, de 40 años, cumplirá este jueves 19 de diciembre dos meses de estar desaparecido.
Su paradero se desconoce desde tres días antes de que empezara el juicio en su contra por ser sospechoso de violar a su hijastra.
El debate estaba programado para el lunes 16 y el martes 17 de setiembre y sería en el Tribunal Penal de Heredia, sin embargo, Fonseca no se presentó y entonces los jueces lo declararon en rebeldía y pidieron su captura.
Tres días antes de iniciar el juicio (es decir, el 13 de setiembre) el OIJ recibió una denuncia por la desaparición del empresario. La pusieron familiares y seguía vigente este lunes 9 de diciembre, afirmó el jefe de la delegación del OIJ en Heredia, Abelardo Solano.
Solano aseguró que, de momento, no tienen informes sobre dónde podría encontrarse Fonseca y agregó que lo último que saben es que debía tomar un bus de la empresa Tuasa en Heredia para ir a San José; pero las personas que lo esperaban nunca lo recibieron ni lo vieron, lo llamaron al celular y no contestó.
“Se están solicitando diversos indicios con el fin de tratar de establecer por lo menos el último lugar donde se encontraba antes de su desaparición, pero hay información que no depende de nosotros sino de otras instancias, razón por la cual el caso se mantiene en trámite y a la espera de datos que nos puedan ayudar a su ubicación”, afirmó Solano.
Pena dura. La Fiscalía abrió una investigación contra Fonseca en el 2015, cuando recibió la denuncia de la víctima, quien entonces tenía 15 años.
El 30 de noviembre del 2015 el Ministerio Público le solicitó al Juzgado Penal la apertura a juicio contra el sospechoso por los delitos de aparente violación y presunto abuso sexual contra persona menor de edad.
Angie Arce, abogada de la víctima, afirma que el empresario está evadiendo la justicia. Agregó que él es vecino de Barva de Heredia y que algunas personas aseguran haberlo visto, pero rapado y sin barba.
“Él no está desaparecido, la familia obviamente lo está encubriendo para que no enfrente el juicio. Está rebelde, no desaparecido”, dijo Arce.
Agregó que Fonseca se expone a una pena de 40 años en caso de que sea condenado por los delitos de los cuales se le acusa.
“Yo le diría que dé la cara, sí tiene valor para atacar a una niña, pero no para dar la cara. Los agresores sexuales se aprovechan de las niñas porque creen que siempre se quedarán pequeñas, pero cuando crecen siempre acusarán a su agresor”, expresó la abogada.
Sufrimiento temprano.
De acuerdo con la abogada Arce, el empresario tenía un negocio de vidrieras. Hace 12 años se casó con la mamá de la jovencita a la que habría violado (en ese momento la niña tenía seis años) y afirma Arce que desde entonces comenzaron los abusos sexuales y las violaciones
contra la menor de edad. “Cuando el asunto se descubrió lo echaron de la casa, el juicio estaba programado para setiembre y a nosotros nos extrañó que él se fue a despedir del hermano menor de la víctima (hijo legítimo de él), le dijo que no lo iba a ver por un tiempo”.
La abogada añade que la muchacha habló hasta cuando tenía 15 años.
“Para ella fue muy difícil, una tía la escuchó y ambas pusieron la denuncia, también le hicieron análisis psicológicos forenses y determinaron que tenía una situación vulnerable por todo lo que había pasado”. La abogada Arce agregó que luego de la denuncia la muchacha ha recibido amenazas por parte de los allegados del empresario. “La han estado presionando, la tuvimos que poner en el sistema de protección a víctimas porque la molestaban mucho. Teme salir a la calle y topárselo”.
Afirma que la joven tiene un cuadro de depresiones severo y que no quiere salir, solo estar encerrada en el cuarto; pero incluso así estudia en la Universidad Nacional.
Si él dice ser inocente entonces que venga y lo demuestre, para eso es el juicio”. Angie Arce Abogada de la víctima