Aquellas vueltas ciclísticas sí eran una fiesta del pueblo
si algún joven me concedió, milagrosamente, el honor de echarle una ojeada a esta columna se sorprenderá. Primero le contaré que este lunes se inauguró la edición 55 de la Vuelta ciclística a costa rica y posiblemente a este joven lector le sonará a jeterazo que la competencia, estrenada en 1965, se convirtió en los años 70 y un poquitico de los 80, en el evento deportivo más esperado para cerrar el año. era la fiesta del pueblo. el pulso entre teletica y canal 6 por la audiencia era espectacular, transmitían en vivo todas las etapas, incluso experimentaron con coberturas en helicóptero que eran toda una sensación. Y ni hablar de la llegada de la caravana a los distintos pueblos. Hasta en eso competían las comunidades. en Pérez Zeledón el recibimiento para ruteros y equipos, oficiales de tránsito y la prensa era espectacular, pero las otras zonas tampoco se quedaban atrás.
Y el cierre muchas veces fue de infarto. Y si la llegada de la última etapa se hacía en el viejo estadio Nacional, ni para qué le cuento. el estadio recibía tal cantidad de gente que hasta la liga y saprissa se quedaban cortos en un clásico con semejante asistencia. eso era la vuelta a costa rica y aunque no teníamos a un andrey amador, fuimos dignamente representados por José Manuel soto, el Negro sánchez, carlos Palacios, alexis Villalobos y carlos alvarado (qddg), por citar algunos, quienes merecieron más proyección internacional y el apoyo de aquellos dirigentes que les sacaron el jugo, en esta última etapa de sus vidas.