COMELONES, ¡BUEN PROVECHO EN DICIEMBRE!
Tamales en todas las casas, botas con chocolates, dulces, galletas y queque navideño son solo algunas de las delicias que diciembre nos pone al frente.
La tentación anda en el aire y por eso debemos tomar en consideración algunos bolados para mandarse sabroso, como lo hace el periodista Ernesto Arce sin remordimiento.
Ernesto es un claro ejemplo de hacer lo que no se debe cuando se trata de cuidar dieta y ejercicios en el mes de la Navidad.
Él descuida su dieta por las reuniones frecuentes de diciembre, por los chocolates y por las birritas que se da permiso de tomar de más en cualquier encuentro familiar, con excompañeros de cole o escuela y con los compas del trabajo.
“Siempre me pasa, incluso la nutricionista me recuerda que en enero me voy a sentir mal, que voy a estar agüevado, que aquella panza, pero el tema de la presión social, los compromisos. Si es difícil cuidarse a lo largo del año, en este mes es peor. Hay plata, que a uno le dan un regalo, que el otro invitó... no se puede”, dice Ernesto.
Tentación y media. El joven tiene como factor de riesgo la herencia y llegó a estar en 147 kilos hace ocho años. Hoy puede andar en 90 kilos ya sumando lo que ha ganado en medio mes de diciembre y de comilona.
“Lo que más me cuesta controlar son los chocolates que ponen en las botas y las birrillas. Pero, por ejemplo, cuando es la fiesta de la empresa no consumo carbohidratos en todo el día, hasta eso aprendemos, a liberar el consumo de carbos para equiparar de alguna manera las birritas de la noche y eso lo hace mucha gente”.
Por eso Carolina Villalobos, nutricionista del programa de Consumo Inteligente de Fifco le dio a Ernesto y a todos los que se le gusta echarse unas cervecitas en estas fiestas los siguientes consejos.
Lo primero es no pasarse de tres birritas si usted es hombre o dos si es mujer y no tomar con la pancita vacía.
“Además, alterne las bebidas alcohólicas con agua en una proporción de uno a uno y acompañe las birritas con comidas saludable”, dice.
Otra medida que puede tomar es beber despacito, que el licor no se va a acabar.
“El consumo debe ser disfrutando el momento; tenga en cuenta que el hígado de un adulto sano puede asimilar un trago estándar por hora. Si come con lentitud también podrá digerir mejor los alimentos y lograr un nivel de saciedad más rápido”, explica.
Tamaleros, ojo. Ernesto no tiene problemas con los tamales, pero miles de costarricenses son fiebres de esa rica receta tan tradicional en nuestros diciembres.
Andrea Gutiérrez, nutricionista del área de Salud de San Pablo de Heredia, les dice a esos comeloncillos de tamales que no los descarten, que los coman, pero que sigan algunas recomendaciones para no echar panza en enero, cuando vienen las consecuencias.
“A la hora de hacerlos, evite la manteca, que es alta en grasas saturadas. En su lugar use aceite vegetal: canola, maíz, soya, girasol”, dijo.
Añadió que para darle saborcito a la masa debe usar condimentos naturales como chile dulce, cebolla, ajo, comino, chile, cúrcuma, culantro.
Carolina Villalobos, de Fifco, añade que es mejor comerse un tamal por día y que puede ser, digamos, el almuerzo.
“Muchas personas asumen la Navidad y el final de año como fechas de excesos, así que cuide sus hábitos de alimentación. Si va a tener una cena muy cargada de alimentos, procure que su desayuno y almuerzo sean más ligeros, balanceados nutricionalmente y altos en fibra”, dijo.
Nada de descuidos. Si usted hace ejercicio, como Ernesto, no descuide su rutina; si no hace ejercicio, ambas profesionales dicen que es buen momento para empezar con alguna actividad.
Sin embargo, el periodista opina que eso es difícil porque las cargas de trabajo aumentan y queda menos tiempo para todo. Al haber más brete, llega tarde y cansado a la casa y se duerme más rápido. “A veces me brinco la merienda y no almuerzo en esta época”, dijo. Si usted es así, está haciendo algo que le perjudicará la dieta, la talla y la salud.
Por eso Andrea Gutiérrez sugiere evitar esos ayunos. “No debe saltarse los tiempos de comida con la idea de compensar lo que va a comer en las fiestas”. También hay que tener presente que algunos alimentos de la época pueden ser pesados para la digestión. Por eso recomienda consumir frutas y vegetales diariamente.
Ya lo sabe, coma sin remordimiento, pero sepa cómo hacerlo.