LAS CHICAS QUE CALLARON A TRUMP
Durante este 2019, a punto de fallecer, Tiger Woods se vistió con un saco verde, las seleccionadas estadounidenses conquistaran el Mundial de fútbol y se entregó el trofeo Larry O’Brien a un entrenador novato que derrocha simpatía en la NBA.
Además se corrigió lo ocurrido a un cuarto de milla de la meta del Derby de Kentucky y se realizó un homenaje a un beisbolista fallecido.
Así que, si el deporte no fue capaz de conmover a alguien al menos una sola vez en los últimos 12 meses, quizás la culpa sea de ese alguien, porque el mundo del deporte estuvo lleno de emociones. A continuación una lista de cinco momentos emotivos del 2019.
Campeonas contra Trump. La selección nacional femenina de fútbol de Estados Unidos difícilmente necesitaba palabras de aliento. En realidad, a la capitana Megan Rapinoe y a sus compañeras se les consideró demasiado impetuosas mientras recorrían Francia en la búsqueda de su tercer título de la Copa del Mundo y el segundo consecutivo.
En el camino se enfrentaron con el presidente estadounidense Donald Trump, quien menospreció su esfuerzo y se metieron de lleno en la demanda por la discriminación de género interpuesta contra su propia federación en su búsqueda por ser reconocidas y conseguir la igualdad en los salarios.
Anotaron 13 goles ante una débil Tailandia en un duelo de la fase de grupos que provocó críticas por las excesivas celebraciones. Ellas respondieron celebrando en los encuentros subsecuentes con sarcásticos aplausos al estilo de los torneos de golf.
Incluso realizaron mímicas para fingir que brindaban con té. Las gringas fueron un vendaval hasta el último silbatazo en el triunfo por 2-0 ante Holanda en la final.
Eso es lo que ocurre cuando se encomienda a las mujeres hacer un trabajo que el equipo de hombres, mejor remunerado, nunca ha estado siquiera cerca de conseguir.
“Conseguimos lo que nos pusimos como meta, hicimos exactamente lo que queríamos, dijimos lo que sentimos. Entiendo que a veces mi voz es más fuerte, pero todas estamos en esto juntas”, dijo Rapinoe.
Devoraron los favoritismos. Los Raptors de Toronto no estaban destinados a la grandeza, sino hasta ese momento clave en el sétimo partido de la serie de postemporada ante los 76ers de Filadelfia, cuando Kawhi Leonard anotó en el momento en que sonaba la bocina. El tiro a distancia golpeó cuatro veces en el aro antes de entrar y Toronto se impuso 92-90.
“Todo ese tiempo lo vi como un tiro que entraría”, dijo el entrenador de primer año en la NBA, Nick Nurse tras el encuentro.
Suerte o no, los Raptors aprovecharon ese momento inspirador para ir por el título. Superaron a los Bucks de Milwaukee en la final de la Conferencia Este y apoyándose en la gran actuación de Leonard en ambos lados de la cancha, requirieron de seis partidos para ponerle fin a los sueños de los Warriors de Golden State, de convertirse en una dinastía.
Poco después que el desfile por el título recorrió las calles de Toronto, Leonard anunció que se marchaba de la ciudad para unirse a los Clippers de Los Ángeles. Sin impresionarse Nurse regresó a trabajar y tiene otra vez a los Raptors como contendientes al título.
En más de tres décadas ha sido entrenador de Gran Bretaña, con paradas con equipos de la G-League en Des Moines, Iowa y del Edinburg, en Texas. Por ello, empezar de cero no fue nada nuevo.
“Se ve joven, pero en realidad es bastante viejo”, comentó el base de los Raptors, Kyle Lowry.
Justicia a caballo. Un baldazo impresionante a comienzos de mayo convirtió la pista de Churchill
Downs en un lodazal incluso antes de que arrancara la edición número 145 del Derby de Kentucky.
A pesar del clima, la mayor tempestad sobrevino al final cuando Maximun Security, el primer caballo en cruzar la meta, se convirtió también en el único ganador de esta carrera que termina descalificado por una infracción en la historia de esta competencia.
Las autoridades del hipódromo analizaron las repeticiones en video durante 22 minutos, que parecieron eternos, antes de otorgar el triunfo al caballo Country House.
Los jueces determinaron que Maximum Security se había interpuesto en el camino de War of Will, provocando un caos que afectó al menos a otros dos caballos durante la carrera.
El fallo puso de cabeza todas las posiciones y dio a Bill Mott, un entrenador legendario que había ganado todas las demás carreras importantes, su primer triunfo en el Derby
de Kentucky.
“Me alegro por no haber estado en sus zapatos. Me alegra no haber tenido que tomar la decisión frente a 100.000 personas y otros millones que veían esto por televisión alrededor del mundo”, dijo Mott, en referencia a los encargados del hipódromo.
Muerte en la lomita. La muerte repentina de Tyler Skaggs, lanzador zurdo de los Angelinos de Los Ángeles, a comienzos de julio, estremeció el mundo del béisbol.
Más tarde, se determinó que el fallecimiento fue provocado por una sobredosis de opioides, lo que derivó en un inusual acuerdo entre las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros a fin de adoptar un protocolo de evaluación orientado al tratamiento para quienes consumieran estas sustancias, en el nuevo programa de análisis de consumo de drogas.
Cuando aún se desconocía el motivo de la muerte, los Angelinos rindieron honores a Skaggs en su primer juego como locales tras la tragedia.
Durante ese encuentro ante los Marineros de Seattle, los Angelinos querían que los compañeros de Skaggs y los fanáticos recordaran a un promisorio pitcher cuya personalidad ganaba simpatías en el clubhouse.
Los peloteros de Los Ángeles vistieron chemas con el nombre de Skaggs y con su número 45. La madre de Skaggs, Debbie, realizó el primer lanzamiento y luego comenzó la magia.
Mike Trout descargó un jonrón de 138 metros para inaugurar la pizarra. Los lanzadores Taylor Cole y Félix Peña se combinaron para lanzar un juego sin hit, el once en la historia de la franquicia, lo que coincidió con el número que Skaggs usaba en la secundaria.
Tras anotar siete veces en la primera entrada, los Angelinos se encaminaron a un triunfo por 13-0. Hubo aquí otra coincidencia numérica, pues Skaggs cumplía años el 13 de julio. Después del último out, los Angelinos acudieron al montículo, donde dejaron sus chemas extendidas.
“Cada vez que uno hablaba con él, notaba esa sonrisa en su cara. Ya fuera con sarcasmo o bromas, él siempre trataba de hacerte sonreír. Siempre vamos a pensar en él”, rememoró Michael Trout, uno de sus compañeros.
Un tigre de verde. Pasaron 14 años desde la última victoria de Tiger Woods en el Masters y 11 desde su última conquista de un major (torneo mayor).
Durante ese periodo había lidiado con problemas crónicos de espalda, múltiples cirugías, un episodio escandaloso con los analgésicos y una nueva realidad, en la que ya nadie lo consideraba favorito.
Pero Tiger Woods se apoderó en abril de su quinta chaqueta verde, brindada al ganador del mejor torneo de golf del mundo.
“Es algo abrumador, simplemente por lo que esto ha representado. Para mí, esta es una experiencia surrealista”, dijo el Tigre después del triunfo.
Su victoria se bautizó como “el mayor regreso en la historia del deporte”.
Algunos incluso predijeron que la gente recordaría siempre dónde estaba cuando Woods embocó en el hoyo 18 del Augusta National.