Bendición en el súper
Esnider López llegó a pedir trabajo al súper Avenida 10, en San José, y salió con un carro último modelo.
Esnider fue a entregar el currículum hace tres meses para que le dieran brete en lo que fuera ya que desde Semana Santa está desempleado. Se quedó sin trabajo hace siete meses, cuando la empresa constructora para la que laboraba ya no tenía más proyectos.
“Nunca me llamaron para el trabajo en el supermercado ni en otro lado, todavía estoy desempleado, pero bueno, había que hacerle frente a la situación”, explica.
Lo del carro nos lo explica así: “Un día que andábamos comprando la comida en ese súper le dije a mi esposa: ‘Negrita, fijate que ese carro va a ser mío’. Ella no me creía, pero siempre que íbamos a comprar y llenábamos la boletica yo decía eso.
“Otro día me puse de rodillas en la casa y le dije a Dios: ‘Si usted me da ese carro, yo le daré comida y ropa a los niños pobres’ y el 29 de diciembre estaba acostado en mi cuarto cuando me llamaron a las 3 p.m. de Avenida 10 y se oía un bullón y los gritos. Fue cuando me dijeron que me había pegado el carro”.
Para la casita. López asegura que ahora este carro le pegará la salvadota porque lo venderá y con la platica construirá casa en Los Chiles, donde está su familia. Claro, también cumplirá la promesa que le hizo a Dios.
“Sé manejar, fui lavacarros y ahí aprendí y hasta tengo licencia, pero no me lo puedo dejar, no puedo mantenerlo. Así que le sacaré provecho de esa manera”.
Esnider es parte de los 278.000 desempleados que hay en el país. De ellos, 45.105 llevan más de un año buscando trabajo.
Un día andábamos comprando la comida en ese súper y le dije a mi esposa: ‘Negrita, fijate que ese carro va a ser mío”.
Esnider López Ganador