Música, baile y corazón
En tiempos en que a veces se duda de la esencia del ser costarricense, la Banda Municipal de Zarcero nos hizo recordar lo mejor de ser ticos con tres detalles durante su participación en el Desfile de las Rosas 2020.
El talento y el esfuerzo al hacer el recorrido, la solidaridad con un colega salvadoreño y la preocupación y colaboración con una compañera que sufrió un accidente, dejaron por todo lo alto el nombre de la banda y de Costa Rica.
Apenas a unas horas de cumplir uno de sus más grandes sueños y ser parte del majestuoso evento, los integrantes de la agrupación se llevaron un tremendo susto al enterarse que una de sus integrantes, Sharon Blanco, sufrió una dolorosa caída en un centro comercial, la cual ponía en duda su participación en el desfile.
Ella estaba en el hospital con una dislocación de rodilla y los demás comían uñas porque no sabían qué tan grave era lo que tenía su compañera.
Como todos se esforzaron mucho y tenían en cuenta lo importante que era ser parte del recorrido, el comité de padres corrió, primero para obtener un permiso para que la muchacha hiciera el recorrido en silla de ruedas y, ya con eso en la mano, encontrar una silla para la muchacha.
“Fue algo tenso porque fue el 31 de diciembre como a las cinco de la tarde y muchos comercios estaban cerrados, por dicha se encontró una y nos dieron el permiso para que un padre hiciera el recorrido de 10 kilómetros llevando a la compañera”, dijo Kevin Alpízar, integrante y vocero de la banda.
Banda solidaria.
Fue un esfuerzo de más de un año, pero al final valió mucho la pena porque superó mucho las expectativas que teníamos”.
Kevin Alpízar Vocero de la banda