Una década de misterio en Pérez Z.
La estadounidense Ann Maxine Patton tiene orden de captura girada por el Tribunal Penal de Pérez Zeledón.
El OIJ la busca para que enfrente, por cuarta vez, un juicio en el que se le acusa de homicidio calificado en contra de su esposo, el millonario John Felix Bender.
Las autoridades presumen que había huido a Brasil (allí nació) o Estados Unidos (tiene residencia); sin embargo de momento la búsqueda es solo en Costa Rica, no descartan que próximamente la giren de manera internacional.
De acuerdo con la Corte, la orden está activa desde agosto del 2019, pero hasta esta semana trascendió. Aseguran que tienen cinco meses de no saber nada sobre el paradero de la extranjera.
De acuerdo con la Dirección de Migración, Patton solo registra movimientos en el 2009, año en el que entró y salió del país 24 veces.
La última entrada a suelo tico fue el 26 de noviembre del 2009 y nunca más volvió a salir del país, al menos legalmente, según la información que se obtuvo por parte de Migración.
La Corte indicó que el cuarto juicio contra Ann no lo han puesto en agenda hasta no dar con su localización, por lo que pidieron ayuda para encontrarla.
La foto de ella aparece en el sitio web del OIJ y en las otras plataformas judiciales.
Fabio Oconitrillo, abogado defensor de Patton, dijo por medio de un breve mensaje de texto que toda esta situación es parte de una persecución del Ministerio Público de Pérez Zeledón contra su cliente, indicó que ella se ha convertido en víctima de una telaraña de intereses.
Oconitrillo está fuera del país, pero aseguró que cuando regrese ampliará sobre el supuesto acoso que ha sufrido Ann.
Por su parte, el Tribunal teme que la causa pueda caducar si no dan con la mujer.
Diez años de insistir en su inocencia. Ann Patton ha sido señalada por la fiscalía como sospechosa de matar a su marido, aunque ella ha insistido a las autoridades que él se suicidó.
Justo este miércoles 8 de enero se cumplen diez años de la muerte del esposo.
El apareció en la cama del cuarto piso de una lujosa residencia, construida en una finca de mil hectáreas, en Florida de Barú, en Pérez Zeledón.
Bender murió de un balazo en la cabeza.
Según la fiscalía, al momento del disparo solo se encontraba en la habitación su esposa.
Para el Ministerio Público, la mujer aprovechó que el hombre estaba dormido para dispararle, no obstante ella le ha sostenido a los jueces que Bender llevó el arma hasta la cama.
En una entrevista realizada en mayo del 2014, Ann Patton dijo que Bender le manifestó su intención de quitarse la vida.
“Esa noche él tenía un arma apuntando a la cabeza. Me puse de rodillas en la cama y me lancé para agarrar el arma. Agarré las manos de él, me caí en la dirección del centro de la cama y no sé exactamente cómo pasó, pero el arma se disparó”.
El primer juicio en contra de Patton terminó en enero del 2013, Ann fue absuelta por duda; sin embargo en agosto de ese año la Fiscalía apeló y esto llevó a un segundo debate.
Este segundo juicio terminó el 25 de mayo del 2014 con una condena de 22 años de prisión para Patton, en esta ocasión quien apeló fue el abogado de la mujer, Fabio Oconitrillo, él expuso 29 motivos; por lo que esto llevó a un tercer juicio, que inició el lunes 10 de agosto del 2015 y terminó el 7 de setiembre de ese año, nuevamente con una resolución que liberaba a la mujer del asesinato.
No obstante, la fiscalía volvió a apelar la resolución y es por esto que el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal de Cartago anuló la segunda absolutoria el 23 de junio del 2017 y ordenó un cuarto debate del cual se sigue esperando la fecha.
Entre lujos. Patton y su esposo vivían en una lujosa mansión en Pérez Zeledón, en medio de un santuario de animales y se calcula que tenían una fortuna de más de $100 millones (unos 58 mil millones de colones).
A ella también se le investigó por presunto contrabando de joyas.
La historia de Bender y Patton ha sonado mucho durante la década, hasta los medios internacionales como CNN, CBSNews, entre otros medios le han seguido la pista a este sonado caso el cual sigue abierto.
Estoy convencido y con argumentos de sobra de que se trata de una persecución por parte de la Fiscalía de Pérez Zeledón contra Ann Patton”
Fabio Oconitrillo
Abogado defensor