LE IMPRIMEN NUEVA CARA
Denise Vicentin se mira en el espejo y llora. Tras perder su ojo derecho y parte de la mandíbula por un cáncer, esta brasileña tiene ahora un nuevo rostro gracias a una prótesis de bajo costo hecha con tecnología digital e impresa en 3D.
“Será distinto andar por las calles. No tengo palabras”, dice en la clínica en Sao Paulo, donde le colocaron su prótesis.
El método pionero ha reducido los costos y los tiempos de producción a la mitad.
“En el pasado nos tomaba más trabajo, horas de escultura a mano, además de ser un proceso más invasivo para copiar el rostro, con materiales en la cara. Hoy, con fotos de un celular, hacemos un modelo tridimensional”, afirma Rodrigo Salazar, el investigador principal.
El equipo se especializa en prótesis maxilofaciales, una rama de la odontología que permite la reconstrucción de las caras de los pacientes desfiguradas por defectos de nacimiento, enfermedades o golpes.
El calvario de Vicentin comenzó hace 30 años, cuando desarrolló un tumor facial. Se lo removieron dos veces, pero regresó en forma de cáncer dos décadas después y gradualmente fue perdiendo partes de su rostro. También perdió su matrimonio y su dignidad.
“En el metro o en el tren, trataba de no prestar atención a las miradas”, recuerda Vicentin.
“En lugares como el boliche, sentía los ojos de la gente y alguna vez una persona abandonó el recinto”, cuenta.
Rápido. La transformación de Vicentin comenzó en el 2018. Le implantaron varillas de titanio en la cuenca de su ojo para sostener la prótesis. Durante el año siguiente, se sometió a múltiples cirugías para construir su tejido facial. Con un celular, Salazar tomó 15 fotografías de su rostro desde diferentes ángulos, que se utilizaron para hacer un modelo digital tridimensional.
Con esta impresión, un diseñador creó un reflejo de la mitad sana de la cara. Luego imprimieron en 3D un prototipo de prótesis que utilizaron para fabricar la versión final con silicona, resina y fibras sintéticas. Para hacerla lo más real posible, combinaron cuidadosamente su coloración con la piel y el ojo azul verdoso de Vicentin.
El proceso para fabricar la prótesis tomó 12 horas, pero todo el tratamiento se extendió un año debido a las cirugías. Vicentin recibió la prótesis completa en diciembre.