Triste adiós al yodito
Diverso Café, la cafetería de Cartago que era atendida por jóvenes con síndrome de Down, cerró a inicios de este año.
Su fundador, Gustavo Mora, indicó que ya no le daba el bolsillo y no pudo con tanta carga social que hay en este país para montar un negocito.
“La tramitología, las cargas sociales, los pagos a la municipalidad y la Caja, es muy difícil emprender en este país; acá en Cartago han cerrado muchos comercios.
“Sin embargo agradecemos mucho a la gente que siempre nos apoyó”, indicó este educador de Enseñanza Especial que se aventuró con este proyecto para colaborar con las personas en esta condición.
Mora indicó que aunque estaban en un lugar céntrico (detrás de la basílica), los clientes llegaban de muchas partes del país, pero no regresaban.
Agregó que pidieron ayuda
5 muchachos se encargaban de atender a la clientela
a la Municipalidad de Cartago, más que todo para que les metiera un empujón con publicidad, pero nada.
Eso sí, reiteró que trabajar con personas con discapacidad fue una experiencia maravillosa, más que todo ser testigo del crecimiento personal de cada uno de los muchachos, por su fidelidad y lealtad.
Adiós con gratitud. Esta cafetería era la principal entrada económica para estos jóvenes.
“Hoy deseamos aplaudir de pie a nuestros cinco muchachos de servicio al cliente, Josue, Nayerith, Anabell, Marcela y Marck, quienes dieron alma, vida y corazón todos los días en nuestro café. Ellos se merecen todo nuestro reconocimiento, toda nuestra gratitud y cariño
“Este pedacito de mundo necesita personas que promuevan la igualdad, personas que respeten las diferencias y que crean fielmente que en Costa Rica hay espacio para todos, nadie sobra y todos somos iguales.
“La vida les traerá una infinidad de cosas buenas porque lo merecen”, posteó al cafetería en su página de Face.
El fundador reconoció que le gustaría intentar abrir de nuevo en San José, pero para hacerlo debe iniciar de cero nuevamente.
Ana Brenes se mostró muy triste al enterarse del cierre.
“Era muy bonito que existiera este lugar donde trabajaban estos jóvenes emprendedores, que al igual que mi hija menor tienen síndrome de Down. Yo lo visité cuando estaba por las Ruinas de Cartago y tuve el honor de tomarme un café allí”
Se intentó conocer la versión de la Municipalidad de Cartago; sin embargo, al cierre de esta nota no habíamos obtenido respuesta.