El Gringo, una de cal y una de arena
El puesto de portero es de los más jodidos que hay, porque un error puede echar a perder todo el trabajo realizado, eso fue lo que le pasó al arquero manudo Mauricio Vargas este sábado.
El Gringo, como le dicen al meta, arrancó el partido con un error evidente apenas a los cinco minutos de iniciada la mejenga, cuando se comió un tiro libre que el brumoso Ryan Bolaños tiró al área pequeña, la pecosa le picó en el área pequeña y se le fue adentro, sin que nadie más la tocara.
La jugada dejó en evidencia a Vargas, pero más allá de hundirse por la torta, el arquero fue creciendo más y más hasta terminar como la figura pues salvó a los rojinegros de una derrota.
Confianza. Desde el primer tiempo y pese a la pelada, Mau fue creciendo y empezó a salir con confianza, realizaba buenos rechazos y controló remates muy peligrosos de los paperos, hasta tuvo su revancha con Bolaños cuando le hizo un paradón al minuto 38.
Para el segundo tiempo, el Gringo tuvo a su mejor momento cuando resolvió un mano a mano frente a Marcel Hernández al 66 y al final de juego, tapó otra que llevaba selló de gol.
Tanto Hernán Medford como los jugadores del Cartaginés indicaron que la figura de Mauricio fue vital para que no se llevaran la victoria.
No obstante, Vargas no quiso hablar con los medios de comunicación, en la zona mixta donde lo esperó la prensa, ya que siguió directo sin detenerse por nada y sin dar detalles sobre su partido lleno de contrastes.
El equipo lo intentó de muchas maneras, pero el portero de ellos también estuvo bien”. Jameson Scott Defensor Cartaginés