Búfalos asesinos
Tres nicaragüenses sospechosos de matar a los cinco miembros de una familia, en octubre del año pasado en la comunidad La Pimienta, en San Juan de Nicaragua, fueron detenidos ayer en Pital de San Carlos por la Policía de Migración.
Se trata de dos hermanos de apellidos García Calderón y el tercero tiene los apellidos Morales Sequeira. Todos estaban en suelo costarricense de manera ilegal.
El trío criminal formaría parte de una banda llamada los Búfalos, a la cual relacionan con 13 homicidios, entre estos los de la familia.
Stephen Madden, director de la Policía de Migración, dijo que las capturas de los delincuentes fueron a las 5:50 de la mañana de este martes.
“Esta detención fue el resultado de un trabajo ejecutado por la Policía Profesional de Migración con información suministrada por la Dirección de Inteligencia y Seguridad sobre estas personas”, afirmó Madden.
Se desconoce desde cuándo los hombres se escondían en Costa Rica, pero sí se supo que no tenían armas.
Después de agarrarlos, los oficiales migratorios los llevaron al Centro de Aprehensión Región Central, en Heredia. Ahora se consultará a Nicaragua sobre las órdenes de captura que tienen en aquel país.
A las últimas víctimas de los Búfalos asesinos las identificaron como Pablo Calderón Espinoza, de 80 años; Lucrecia Pérez Dormu, 40 años; Yadira Pérez Martínez, de 22 años; Isaías Calderón Pérez, de 16 años y Pablo Alonzo Calderón, de apenas 1 añito.
Al parecer, los sospechosos de la masacre de la familia indígena la visitaron y algo que aún se desconoce llevó a un conflicto que, al parecer, estuvo relacionado con la invasión y venta ilegal de tierras en la Reserva Biológica Indio Maíz para la explotación minera.
El ataque contra la familia fue el 3 de octubre del 2019. Se desconoce cómo fue asesinada.
Nicaragua deberá pedir que les envíen a los detenidos o Costa Rica podría extraditarlos.