¢20 MIL POR UN PERRO
Si bien los alimentos y bebidas que se venden en eventos deportivos no son nada baratos, los precios en el estadio Hard Rock Cafe, al norte de Miami, alcanzaron precios de verdad estratosféricos y fueron señalados por varios medios de comunicación que se dieron cita en el inmueble.
En lo deportivo, el fútbol americano brindó otra espectacular final. Kansas City Chiefs, en un juego de esos inolvidables por la remontada, se quedó con la victoria 31-20 en la edición 54 del Supertazón, y conquistó por segunda vez en su historia el título de la NFL.
En las gradas, cientos de aficionados abarrotaron, un par de horas antes de comenzar el partido, los múltiples lugares para adquirir algún perro caliente, una pizza, palomitas de maíz, refrescos y cervezas y sorprenderse al ver los precios que eran un asalto a mano armada.
15 dólares (¢8.655) para una cubeta mediana de palomitas de maíz, las que con refresco grande alcanza la suntuosa cantidad de 30 dólares (¢17.310).
Lo precios inflados de simples alimentos de un estadio de fútbol fueron motivo de queja para algunos periodistas, como Rachel Bachman, del Wall Street Journal, quien tuiteó sorprendida el menú.
Lo más ridículo de todo: 3 dólares (¢1.730) por un extra de queso derretido.
Los aficionados que querían gastar en algo más ‘exótico’ se enfrentaron a un menú parecido a lo básico, sobre todo en los precios, pues un coctel de patas de cangrejo alcanzó los 85 dólares (¢49 mil).
Los precios de las birras lucieron semejantes características, como varios periodistas deportivos publicaron en redes sociales, costaban ¢7 mil.
Anunciaban en las pantallas un perro caliente ‘cubano’, el cual costaba 34 dólares (¢19 mil).
Se podía agregar una copa de champaña, ‘importada’ de California, que valía 25 dólares (¢14 mil). Si se quería algo más humilde, como un simple perro caliente, se desembolsaban 12 dólares (¢7 mil), sin posibilidad de agregarle tomate, chiles jalapeños u otra cosa como se acostumbra en algunos lugares.
Solo papudos. No es de sorprenderse en realidad que los precios en un evento de esta magnitud tengan montos tan elevados en lo que se vende dentro del estadio, al fin y al cabo, muchos de estos aficionados pagaron cientos o miles de dólares por un boleto.