PARA GOLEAR TAMBIÉN SE SUFRE
Uno lee que Herediano venció 5-2 a La U Universitarios y lo primero que pensaría es que aquello fue un paseo a placer del campeón nacional.
Sin embargo, los marcadores en el fútbol, por lo general, suelen ser engañosos. Así como un 0-0 no precisamente habla de un partido aburrido, la goleada de anoche en el Rosabal Cordero no fue para nada sencilla para el Team.
En los primeros minutos, La U trató de demostrar aquello de que en la cancha son 11 contra 11, que todo puede pasar, que los partidos hay que jugarlos, pero rápido chocaron contra la realidad.
Apenas 16 minutos le duró el gusto a los celestes, por culpa de Aarón Salazar, quien pisó el área en un tiro de esquina y aprovechó para anotar, después de un remate que le rechazaron a Yendrick Ruiz.
Con el tempranero gol y la interesante incursión del limonense Keyder Bernard, el partido se le acomodó muy rápido al local.
Por los costados, principalmente por la derecha con Bernard y Gerson Torres, el Team tenía su veta, sin que el rival pudiera ofrecer mucho peligro o reacción, más que aguantar el arsenal del monarca.
El único susto que metió La U durante esa primera mitad fue con un remate de Mauricio Castillo que Esteban Alvarado tapó sin problemas.
La bronca para los visitantes era doble, primero llegarle al área al Team y después enfrentarse a la muralla siquirreña.
Aquel remate fue lo último que hizo Castillo en la mejenga, porque antes de que se acabara el primer tiempo, Marvin Solano movió su banquillo, sacó al volante y metió al argentino Hernán Fener, quien daría de qué hablar más adelante.
En el momento que La U planteaba reordenarse, le cayó el segundo golpe, en una jugada de cuatro toques en la que hicieron un chicle a la defensa.
Yendrick tomó la pecosa por la izquierda, se la puso a Nextalí Rodríguez, este rápidamente se la sirvió a Keyder, quien en lugar de tirar, hizo un amago y se la sirvió a Gerson Torres, quien con derecha definió a un lado al 37.
Apenas arrancado el segundo tiempo, al 47, el Team “mató” la mejenga con el tanto de cabeza de Ariel Soto, quien se encontró la pecosa en el área pequeña, luego de un rechazo de Daniel
Cambronero a Bernard.
Hasta ahí todo bien, los florenses llevaron los hilos de un partido que supieron manejar desde un arranque, para no sufrir sin necesidad en el cierre, pero que se vio sorprendido por la corajuda e inesperada reacción de su rival.
Con el partido “muerto”, Fener se salió del libreto y con un remate muy bien colocado fuera del área, la pegó al palo izquierdo para poner el 3-1 al 56. Hasta ahí todavía no se encendían las alarmas.
Lo que nadie se imaginaba era que La U iba a resucitar el partido con el gol de Verny Scott, apenas cuatro minutos después, en una jugada que descolgó a velocidad y le colocó la pecosa a Alvarado por el lado donde le entró el tanto anterior.
Ya con el 3-2 la cosa cambió, la diferencia era nada más de un gol, por lo que obviamente aparecieron los nervios y la tensión de los fiebres, sobre todo cuando Fener tuvo la del empate minutos después, pero su remate salió demasiado cruzado.
Movió las fichas. José Giacone no quiso más sorpresas y movió el amplio banquillo para tranquilizar las cosas.
El profe sacó al hijo de Kurt Bernard y metió a Brian Rojas, el exgoleador del Carmelita que es uno de los refuerzos florenses este torneo, pero que apenas jugó 27 minutos en lo que llevamos del Clausura.
Cuando la cosa estaba color de hormiga y La U apretaba fuerte por un empate que tenía tintes milagrosos, chocaron de nuevo contra la realidad y un equipo con muchas variantes.
Gerson Torres construyó solito la jugada del cuarto gol, agarró la pecosa y con dos quiebres y una finta desarmó a Edder Nelson y metió un centro al segundo palo en el que entró Rojas para firmar el 4-2 al 70.
Para el jugador de 22 años es su primer gol en el fútbol desde el 18 de enero del 2019, cuando jugaba para los verdolagas y luego se fuera al Tromso de Noruega, todo el 2019.
Ya a los 93, Orlando Galo, con un remate fuerte fuera del área, puso el 5-2 y para así recuperar aquella ventaja de tres goles que se le fue por un momento.
Al final el Team logró cerrar el partido como quería, supo sortear el mal rato en el que La U lo metió durante 15 minutos, tiempo en el que mostró que a los campeones, a veces, también les faltan el respeto.