Y LA DEMOCRACIA
La fiscala general, Emilia Navas, encabezó ayer, junto a magistrados de la Sala Tercera, varios allanamientos a Casa Presidencial.
Alguna gente se rasgó las vestiduras diciendo que se hablaría muy mal de Costa Rica en el extranjero, pero podría ser al contrario.
No estamos frente a un caso de corrupción, robos de plata, chanchullos, sino ante algo que se hizo ilegalmente y, sí, estuvo mal, pero tampoco se trató de espionaje como sostienen los más malintencionados. Que el Poder Judicial pueda entrar a investigar con un grupo numeroso de agentes a la sede del Poder Ejecutivo, y como ya lo hizo a la Asamblea Legislativa, deja ver que en la democracia costarricense funciona muy bien la independencia de poderes.
A algunos de los que se escandalizaron ayer eso les importa muy poco, lo único que buscan es el escándalo y buscar la manera de salpicar al gobierno actual y, claro, al presidente de la República.
En el grupo hay algunos diputados evangélicos, que no deberían lanzar muchas piedras porque tienen techo de vidrio. La fiscala Navas dejó claro de nuevo que entiende muy bien cuál es el trabajo de la institución que dirige y eso también habla positivamente del país. Algunos dirán que no porque sueñan con regímenes como el de Nicaragua, el de Cuba o el de Venezuela, donde un solo grupo maneja los hilos de los poderes de la República bajo el amparo de los militares. La democracia tica está sana, viva y fuerte y eso les molesta a muchos que, como lo han hecho saber, desearían que aquí reine lo que llaman la “democracia de la calle”, es decir, el desorden, la destrucción y el irrespeto a los derechos de los demás ciudadanos.