Milagro en la celda 7
Quizá sea porque en esta época, con todo lo relacionado con el coronavirus, la gente está más sensible de la cuenta o porque realmente la producción “Milagro en la celda 7” es una cinta llena de detalles de dolor, esperanza y amor, que la han convertido en un pegue a nivel mundial.
La película turca que está disponible en Netflix y pasó a ser una de las más vistas en estas semanas en la plataforma de streaming y una de las más comentadas en redes sociales, coincide con la cuarentena que se da a nivel mundial.
Su nombre se ha vuelto tendencia y sus protagonistas verdaderas estrellas no solo en su país sino que en todo el planeta. Esto, a pesar de que se estrenó en el 2019 y en la plataforma el 13 de marzo.
En dos toques superó a mimadas producciones como “Élite”, “El Hoyo” y “Toy Boy”, las cuales Netflix ha promocionado hasta el cansancio en los últimos días.
A diferencia de otras producciones como “Virus” y “Pandemia”, que también se pusieron de moda últimamente, esta no tiene nada qué ver con ninguna enfermedad.
La peli cuenta la desgarradora y emotiva historia de Mehmet, padre con retardo mental (protagonizado por el actor Aras Bulut Iynemli), que vive con su hija Ova y su abuela.
Mehmet es víctima de una injusticia, por lo que es culpado de la muerte de una niña, hija de un militar de alto rango; quien hace todo lo necesario para que lo condenen a morir en la horca. Su hija se las arregla para encontrar cómo salvarlo o al menos por ir a verlo a la cárcel. Y desde el minuto uno, la gente ya está jalando mocos.
Esta es una versión de una película de
Corea del Sur, que salió en el 2013 y que gracias a su pegue fue adaptada en India,
Filipinas, Turquía e Indonesia.
Buenísimos. Sin duda, gran parte del reciente éxito de la cinta se debe al elenco, principalmente a los actores principales.
Aras es un intérprete turco de 29 años, quien apareció en las últimas temporadas de “El Sultán”, donde dio vida al príncipe Bayezid, uno de los hijos de Suleiman y Hurrem.
El actor por supuesto que no sufre de ninguna condición mental, así que todo lo que vemos en la cinta es pura interpretación y de la buena, pues el papel le sale perfecto.
En el 2018 fue parte de “çerde”, la versión turca de la película de Martin Scorsese “The Departed”. Allí encarnó a Mert, un joven criado en el mundo de la mafia que se infiltra en la policía turca.
Una de las curiosidades de Bulut Iynemli es que no solo es actor, sino que también ingeniero aeronáutico egresado de la Universidad Politécnica de Estambul, y a pesar de tener experiencia en su campo, prefirió dedicarse a la actuación.
En Instagram Iynemli, envió un mensaje lleno de amor y agradecimiento ante la gran aceptación que ha tenido esta historia y cuyo alcance, ha sido mayor gracias a la plataforma Netflix.
“Milagro en la celda 7 comenzó con amor, nos encantó mucho nuestra historia, nuestra película continúa creando su propio milagro. Llegó a muchas personas en todo el mundo en los días más difíciles, aferrémonos el uno al otro con amor, gracias por su interés, manténganse sanos y seguros”, aseguró el actor en Instagram al ver el pegue que han tenido.
Pequeña gigante. Por su parte la pequeña Nisa Sofiya, quien interpreta a Ova, es una de las actrices infantiles más reconocidas de Turquía, ya que cuenta con una exitosa carrera en la televisión y el cine con apenas nueve añitos de vida.
La pequeña fue descubierta a los dos años, cuando comenzó a trabajar como modelo en campañas publicitarias, sin embargo su gran carisma la impulsó a adentrarse en el mundo de la actuación.
Su primera aparición, fue la serie “Adini sen koy”, lo que posteriormente abrió la puerta a otro proyecto televisivo.
En el cine debutó en la película ‘Locman’. Sin embargo, su mayor éxito ha sido interpretar el papel de Ova en “Milagro en la celda 7”.
En su cuenta de Instagram, administrada por sus padres, que supera los 336 mil seguidores, muestra muchas de las imágenes detrás de cámaras en donde realmente se nota la conexión que hubo entre ambos protagonistas y que dio como resultado una producción digna de ver y que nos invita a llorar por un buen rato, no solo de tristeza, sino también de felicidad.