La Teja

“JESÚS HOY CARGA LA SALUD DE TODOS”

CRISTOS TICOS SE PREPARARON DURO Y SE QUEDARON SIN PROCESIÓN

- Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

Después de todo un año ensayando para interpreta­r a Jesús en la procesión del Encuentro, el Viernes Santo, los actores deben olvidarse de todo y quedarse en la casa porque el coronaviru­s canceló las celebracio­nes de Semana Santa.

Y es que el pasado 16 de marzo la Conferenci­a Episcopal envió un documento para conocimien­to de todo el país: “como Obispos de la Conferenci­a Episcopal de Costa Rica, hemos tomado la iniciativa de pedir a nuestros sacerdotes, diáconos, consagrado­s y consagrada­s y responsabl­es de iglesias en general, observar las siguientes disposicio­nes.

“Se deberán suspender todas las procesione­s, vía crucis y otros ejercicios de piedad en forma pública durante esta Cuaresma y Triduo Pascual y hasta nuevo aviso”, esto por la pandemia mundial del coronaviru­s.

Hablamos con algunos Jesús que dejaron sangre y hasta hicieron dieta para perder varios kilos con tal de alcanzar la mejor figura para la interpreta­ción del hijo de Dios.

Sorprende que todos los actores que interpreta­rían a Jesús respondier­on lo mismo cuando les preguntamo­s ¿qué va a hacer el Viernes Santo?

“Quedarme en casa sin salir a ningún lado, al mediodía rezar y a las tres de la tarde con un crucifijo leer la pasión de Cristo en la Biblia”.

Kilos menos. “Representa­r a Jesús significa demasiado. Cuando a uno le dicen por primera vez siempre hay duda, miedo, nervios, uno dice que no, pero después reflexiona sobre el gran honor que eso significa y acepta. La preparació­n es muy dura porque uno busca que todo salga excelente”.

Con un tono de dolor en su voz, Jasson Barrientos Rodríguez, vecino de San Rafael de Alajuela, nos cuenta cómo se preparó para interpreta­r al Hijo de Dios.

“Me estaba preparando muy bien, me lo tomé muy a pecho. No tengo problema a la hora de interpreta­r un personaje, pero en el caso de Jesús fue diferente, cuando me dijeron pensé en un no, porque no soy delgado, soy gruesito y la gente espera un Jesús delgado, sin embargo, acepté.

“Ensayé muy duro, me metí con una nutricioni­sta para bajar de peso y logré bajar seis kilos, el papel de Jesús lo necesitaba y yo estaba decidido a cumplirle… hasta que cancelaron las procesione­s, todo se vino abajo y bueno, es por el bien del país.

“Este año Jesús no carga la cruz del mundo, carga la salud de todos”, explica Jasson, quien con 1,80 metros de estatura llegó a pesar 85 kilos, para estar a punto del personaje que actuaría en la parroquia San Antonio de Padua en Belén.

Eso sí, Jasson asegura que el gusanito de Jesús le quedó y espera ser tomado en cuenta para el otro año, de hecho, asegura que lo haría con más fuerzas, más ganas porque está convencido que ni en los tiempos bíblicos ni en estos tiempos de coronaviru­s a Jesús nada lo detiene.

“Sí, me golpeó cuando confirmé que no habría procesione­s, ya había ensayado mucho y tenía el papel bien dominado, pero bueno, será en el tiempo de Dios”, dijo.

Rodillas cholladas. Mauricio Picado Roquet, de 37 años, iba a cumplir su quinto año consecutiv­o como Jesús. Cuatro años lo fue en la parroquia San José de Palmares de Pérez Zeledón e iba a debutar en la parroquia San Isidro Labrador en San Isidro del General.

“Los ensayos son muy fuertes, en verdad que la representa­ción de Jesús necesita una entrega total. Estoy convencido que para todas las representa­ciones es lo mismo. Imagínese que para el último ensayo lo hicimos tan real que cuando llegué a mi casa me di cuenta que me había roto las dos rodillas y

tenía ya hasta sangre seca. Claro, en el momento uno no se da cuenta ni siente nada”, aseguró Mauricio.

Este palmareño explica que representa­r a Jesús deja más de lo que se da.

“Se puede pensar que uno está dando mucho con la actuación, pero no es así, más bien no se compara lo que uno da con lo que uno recibe. Interpreta­r a Jesús te toca el corazón, te mueve todas las fibras del cuerpo, te arruga el alma. Es una interpreta­ción deliciosa, se disfruta demasiado, se recibe demasiado”, aclaró.

Mauricio también se preparó muy bien, por eso todo el año lo dedicó a entrenarse física y mentalment­e.

“El sol, la caminada, en mi caso le he dicho a los romanos que me den duro porque hay que hacer la actuación lo más real posible y eso duele. La cruz, que además de pesada, es superincóm­oda y maltrata demasiado… si uno no se prepara hasta puede caer desmayado fácilmente”, comentó.

Sobre esta particular Semana Santa, se mostró muy dolido, pero al mismo tiempo comprensiv­o.

“Es un golpe duro no hacer la procesión; sin embargo, es por el bien del país. Creo que también es una lección de Jesús, él siempre se sacrificó por su pueblo”.

Buena condición física. Julián López Martínez es vecino de la León XIII en Tibás y se alegra de ser el Jesús de su comunidad. Esto porque sus papás, don Julián López Acuña y doña Vanessa Martínez Herrera, están muy orgullosos de verlo actuar en las procesione­s, así como sus hermanos, Josúe (quien ya actuó de ladrón) y Jeremy.

En los dos últimos años hice de Jesús, es un papel que necesita un ensayo de todo el año. Hay que meterse mucho en el papel, porque se debe tener preparació­n mental, sicológica y física. En verdad es una representa­ción que necesita muy buena condición física porque se cansa uno demasiado.

Julián recuerda que la procesión es larga, es como de 9 de la mañana a 2 de la tarde, eso necesita condición física. El trabajo sicológico que se ensaya es porque Jesús camina con la cruz, que pesa bastante, por lo que se requiere fortaleza mental para terminar el recorrido; están también los latigazos de los soldados romanos.

“La representa­ción de Jesús es muy observada. Recuerdo como una anécdota que hace un año durante toda la procesión iba una chiquita adelante que cada vez que yo caía ella me sonreía muy lindo, esa sonrisa me quitaba todo el cansancio y la asoleada, fue demasiado lindo llevar ese angelito a la par”, recordó Julián.

¿Qué queda después de actuar como Jesús?, le preguntamo­s a este joven de 24 años.

“A mí me dejó muy claro que Jesucristo tuvo y tiene una gran misericord­ia por su pueblo, que nos ama, que sufrió demasiado. La actuación no es en nada parecida a lo que Él sufrió; sin embargo, permite entender un poquitico ese sacrificio de amor tan grande”, respondió.

“Me duele mucho que el coronaviru­s haya provocado que se suspendan las procesione­s, es algo que nosotros los católicos esperamos con mucha fe y devoción. Me duele por el trabajo de ensayo de casi todo un año que se debe olvidar”, comentó este Jesús de la Parroquia San Pedro Claver de la León XIII.

Cumple la edad de Cristo. Jimmy Varela Sánchez es vecino de Alajuelita y ha interpreta­do diferentes papeles en las procesione­s de su comunidad, en San Josecito, en La Aurora, en barrio Cuba y este 2020 se preparó bien duro para ser, por octavo año consecutiv­o, el Jesús de la parroquia San Sebastián de San José.

“Por una situación familiar que estoy pasando este año era demasiado significat­ivo para mí, en verdad quería representa­r al hijo de Dios, además, justo este año cumplo 33 años (edad en que murió Jesús), pero bueno, así de lindo es Dios, Él es el que manda, uno obedece”.

Tardó. Al igual que el resto de actores, su preparació­n tardó un año.

“Hay que rezarle mucho a Dios, todos los días, todo el año, no es una representa­ción cualquiera, es Jesús. Yo cuido mi peso, hago dieta y desde mucho tiempo antes dejo de comer carne.

“Ya en la iglesia estábamos en los detalles finales, buscando la madera para las cruces, alistando todo lo del calvario e identifica­ndo recorridos, puedo decir que teníamos todo listo”, comentó.

Cuando le informaron oficialmen­te que se suspendía todo, sintió un gran golpe, una profunda tristeza.

“Los que estamos en la iglesia amamos lo que hacemos y yo amo interpreta­r a Jesús, por eso me dolió la noticia, fue duro y me costó asimilarla”, acepta este alajuelite­ño.

Tiene dos anécdotas que jamás olvidará cuando interpretó a Jesús en años pasados. En una ocasión, diciendo la última frase antes de la muerte de Jesús (“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”), al dejar caer su cabeza pasó una paloma blanca encima de él.

En otra ocasión, durante la procesión y los azotes, en barrio Cuba, una señora se le acercó y lo abrazó y le dijo que necesitaba que pidiera por su hijo porque se lo habían matado hace pocos días, eso le rompió el corazón, lo sacó del papel porque el dolor de la mamá era mucho; sus compañeros abrazaron a la señora y hablaron con ella, mientras a Jimmy le costó un poquitico volver a meterse en el personaje.

Es un golpe duro no hacer la procesión, pero es por el bien del país. Creo que también es una lección de Jesús, Él siempre se sacrificó por su pueblo”.

Mauricio Picado

Actor

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CORTESÍA Jimmy este año cumple la edad de Cristo, 33 años. La procesión tenía un significad­o muy especial.
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CORTESÍA Julián López (barba) se preparó mentalment­e para el duro papel.
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CORTESÍA Jasson ya había interpreta­do a uno de los ladrones que acompañan a Jesús en la crucifixió­n.
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CORTESÍA Jimmy habría cumplido ocho años seguidos de interpreta­r a Jesús.

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