Mía ya hace miau en casa
Las dueñas de Mía no caben de la emoción de tener a la gatita de nuevo en casa, pero también están pensando en denunciar al desalmado que cometió el maltrato animal.
La peludita fue operada de emegencia el viernes en el hospital veterinario de la Universidad Nacional porque tenía incrustados cuatro anzuelos, cada uno de cuatro picos.
La más feliz de volver abrazar a la felina es Jazmín, una chiquita de 2 años, dueña de la gatita. La niña es la que siempre está pendiente de la comida y del agua, así lo contó doña Monserrat Campos, abuelita de la pequeña.
Perro la asustó. La gatita, de ocho meses, vive con sus dueñas en La Aurora de Heredia y sufrió las heridas al subirse a un palo de cas que está a 100 metros de su casa, dentro de la propiedad de un vecino, en el árbol estaban los anzuelos envueltos con comida.
“No sabemos cómo se alejó tanto de la casa, ella por lo general se sale y se queda al frente, la única explicación que se nos ocurre es que al lado de la casa hay un perrito que la persigue mucho, tal vez la corretió y la gata por salvarse se subió en el árbol que está a cien metros de nuestra casa.
“Este árbol está al frente de la casa del vecino y tengo fotos de como estaba el tronco con los ganchos, este martes noté que ya se los quitaron, pero estamos viendo si denunciamos, esta vez fue nuestra gata, pero puede ser cualquier otro animalito que sufra por estas acciones”, dijo doña Monserrat Campos.
Difícil rescate. Esta agresión ocurrió el viernes 1 de mayo, la gatita fue entregada a su familia este martes.
Ese día, el bombero Edwin González, junto a su compañera Cindy Castillo tuvieron la difícil tarea de liberar al felino del árbol.
“El gatito estaba guindado del árbol, entonces imagínese como se volvía loco cuando le quitábamos los anzuelos y las agujas, de hecho yo sufrí como cinco mordiscos alrededor de la mano, porque, obvio, estaba sufriendo demasiado”, detalló el bombero.
Las dueñas del animalito le agradecieron a los veterinarios del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Universidad Nacional por las operaciones y los cuidados que le dieron.
La cirugía que le hicieron al animalito costó 80 mil y por cada día de internamiento eran 15 mil, al final la familia no pagó nada, debido a que como muchos hogares han tenido bajas económicas por el COVID-19, los médicos comprendieron esta situación.
Mía debe comer comida blanca, además le deben comprar unos medicamentos para las curaciones y el sábado tiene cita para que le quiten el drenaje en una patita.
La Ley contra el maltrato animal fue aprobada en junio del 2017 y castiga con hasta tres años de cárcel las agresiones contra los animalitos.