Un estornudo de sanos bolados
A la emergencia sanitaria causada por el COVID–19 se suma la entrada de la época lluviosa, un periodo en el que los baldazos, humedad, viento y bajas temperaturas provocan un aumento de otros virus que causan infecciones respiratorias.
El virus respiratorio sincitial y el virus de la influenza son los más comunes en el país.
A mediados de junio del 2019, se contabilizaron 3.747 casos de virus respiratorios, según el Ministerio de Salud.
Ante esta situación, el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica y la empresa privada decidieron dar a conocer las medidas de prevención frente a estas enfermedades mediante una campaña informativa dirigida a padres y cuidadores de niños y adultos mayores, que se llama “Alto al contagio”.
Por eso hablamos con dicho colegio para aclarar varias dudas o incluso mitos.
- Mito. El alcohol en gel es suficiente para limpiar las manos.
Realidad. La principal recomendación es el lavado de manos con agua y jabón como la medida más efectiva y económica para prevenir el contagio de virus. Si por alguna razón es imposible el lavado de manos, se puede recurrir a alcohol en gel, que es un antiséptico para manos hecho a base alcohol. Se debe verificar que el contenido en alcohol sea como mínimo de un 60%.
- Mito. El consumo de vitamina C y beber té de plantas medicinales previene las infecciones respiratorias.
Realidad. No son medidas eficaces para proteger o prevenir infecciones respiratorias. Una dieta sana, rica en vitaminas y minerales, ayude a estar más saludable, pero no garantiza que no se vaya a enfermar. La vacunación, por ejemplo, sí es una medida de prevención importante y efectiva.
- Mito. Enjuagar regularmente la nariz con solución salina ayuda a prevenir las infecciones respiratorias.
Realidad. Esta afirmación es falsa. Hay algunas pruebas limitadas de que enjuagar regularmente la nariz con solución salina puede ayudar a las personas a recuperarse más rápidamente del resfriado común; sin embargo, no se ha demostrado que prevenga las infecciones respiratorias.
- Mito. Los antibióticos son efectivos para tratar infecciones respiratorias virales.
Realidad. Es mentira, los antibióticos no funcionan contra los virus, solo funcionan contra infecciones bacterianas, por lo que no deben utilizarse como medio de prevención o tratamiento. Con antibióticos no se curará la infección ni se evitará el contagio a otras personas. En cambio, cuando se usan inadecuadamente, pueden causar reacciones dañinas y generar la resistencia de las bacterias.
- Mito. Las mascotas de la casa pueden transmitir enfermedades respiratorias.
Realidad. Incorrecto. Actualmente no hay evidencia de que las mascotas o animales domésticos sean transmisores de infecciones respiratorias como el COVID-19.
- Mito. Las vacunas contra la neumonía, me protegen contra el nuevo coronavirus.
Realidad. Las vacunas contra la neumonía no protegen contra el nuevo coronavirus. Es un virus tan nuevo y diferente que es necesario desarrollar una vacuna específica.
- Mito. Las mujeres embarazadas no deben vacunarse contra la influenza.
Realidad. Esta afirmación es falsa. La vacuna de la influenza contiene un virus inactivado que no produce la enfermedad, por lo que es segura en cualquier momento del embarazo. La mujer embarazada debe recibir esta inyección dado que su sistema inmune puede estar más débil de lo usual.
- Mito. La influenza no es una enfermedad seria y no necesito la vacuna.
Realidad. La mayoría de las personas se recuperarán en unas pocas semanas, pero algunas pueden desarrollar complicaciones como infecciones sinusales y de oído, neumonía, inflamaciones cardíacas o cerebrales. Hasta 650.000 personas al año pueden morir de las infecciones por gripe, neumonía, inflamaciones del corazón o del cerebro.
- Mito. Me inyectaron y sigo con gripe porque la vacuna no sirve.
Realidad. No es así. Varios virus de la gripe están circulando todo el tiempo, por lo que las personas pueden tener gripe a pesar de haber sido inyectadas, ya que la vacuna es específica de una cepa. Sin embargo, ser vacunado mejora la posibilidad de ser protegido de la gripe.
- Mito. La vacuna contra la gripe causa gripe.
Realidad. Mentira. Las vacunas ayudan a que el organismo desarrolle inmunidad, sin provocar la enfermedad. Concretamente, hacen que el sistema inmunitario produzca anticuerpos protectores. Esta forma de vacuna está compuesta de virus muertos que no pueden infectarlo.
- Mito. Si estoy utilizando antibióticos o inhaladores por el asma no puedo vacunarme.
Realidad. Esto también es falso. Estar utilizando antibióticos (si ya no tengo fiebre) o inhaladores que contengan corticoides no es contraindicación para recibir la vacuna antigripal.