Engaño con juguetes
Una mujer de apellidos González Miranda y 19 años le habría ofrecido juguetes a una niña de 4 años, a la que cuidaba, para que se fuera con ella.
El hecho se dio este lunes en el barrio El Socorro, en Santo Domingo de Heredia. Esta comunidad queda a la par de Tibás, inmediatamente despúes de cruzar el puente del Saprissa, en la ruta 32.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que la chiquita vive con sus papás y una hermanita de dos años dentro de una finca.
Juan Palacios, papá de la niña, contó que luego de la terrible pesadilla este martes, a las 3 de la madrugada, pudo abrazar de nuevo a la pequeña.
“A las once de la noche (del lunes) me llamaron para decirme que habían encontrado a mi chiquita en Limón y me fui para allá con los agentes del OIJ. Cuando la vi ella se vino corriendo, me abrazó y me agarró a besos. Yo no aguanté y me puse a llorar.
“Cuando llegamos a la casa hoy en la mañana (martes) ella comió algo y se acostó a dormir porque no había descansado en toda la noche. Antitos del mediodía se despertó y la mamá la bañó; está muy bien, gracias a Dios está tranquila y eso es lo importante”, dijo Palacios.
“Ella dice que la mujer esa se la llevó para la pulpería y en el camino le dijo que si se iba con ella le iba a comprar muchos juguetes y muñecas. También cuenta que la subió en un carro y en el camino la iba chineando y haciéndole cariño”, añadió.
El papá está muy agradecido con los oficiales de la Escuela de Policía de Santo Domingo de Heredia, la cual queda cerca de su casa, los agentes del OIJ y con los vecinos ya que apenas se dio la desaparición todos empezaron a moverse para dar con la pequeña.
Pesadilla. La pesadilla que vivieron los papás de la niña empezó este lunes. Juan tenía que irse a trabajar al campo y su esposa debía ir a una cita médica, así que tuvieron que buscar a alguien que les cuidara a las chiquitas.
Un conocido les recomendó a la joven González y cuando él y su esposa se comunicaron con ella la muchacha aceptó.
A eso de las 9 de la mañana, Juan llegó a la casa, le dio a la niñera 10 mil colones y le pidió que fuera a comprar unas cosas a la pulpería. La chiquita de 4 años quería ir con la cuidadora y el papá le dio permiso.
Sin embargo, el ratito que duraría el mandado se hacía cada vez más largo pero Palacios no hallaba cómo dejar sola a la chiquita de dos años e ir en busca de su hija mayor, así que se quedó en la casa esperando a que llegara su esposa de la cita.
La mujer llegó poco antes del mediodía y la niñera nada que había vuelto. Juan le contó lo que había pasado y ella se fue corriendo para las oficinas de la Escuela de Policía.
Huyó en taxi. Los oficiales se pusieron detrás del caso y consiguieron videos en los que se veía a la mujer con la niña subiéndose a un taxi.
Las autoridades lograron dar con el taxista y este les dijo que él llevó las llevó al peaje del Zurquí.
Como no lograron dar con ellas, en la tarde los policías llevaron a Juan a las oficinas del OIJ de Heredia para que pusiera la denuncia y los agentes de inmediato empezaron a trabajar en la desaparición.
Poco después los investigadores supieron que la niñera había vivido en Sarapiquí y pidieron colaboración a la Fuerza Pública de esa zona para que fuera a la vivienda pero allí no estaban la muchacha y la niña.
Los oficiales de Sarapiquí conversaron con lugareños y estos aseguraron conocer a González. Revelaron que tenía unas amistades en Limón y ayudaron a ponerse en contacto con una de ellas.
Esa persona confirmó que González había llegado en la tarde con una niña y los oficiales pasaron el santo al OIJ.
Los agentes llegaron en la noche hasta el barrio San Clemente, en Penshurt de Limón,y al hablar con los dueños de la casa estos dijeron que desconocían la sustracción de la niña y colaboraron para que las autoridades detuvieran a la mujer y rescataran a la pequeña.
Gonzáles fue llevada a las celdas judiciales y este martes fue pasada a las oficinas de la Fiscalía, donde se determinará que tipo de medidas cautelares le imponen.
González deberá enfrentar cargos por el delito de sustracción de menor.
Ella está tan pequeña que no entiende bien qué pasó, gracias a Dios no me le hicieron daño”. Juan Palacios Papá