Malditos zancudos
Llegaron los aguaceros, la época lluviosa entró y con ella los desgraciados zancudos que me pican en las orejas, en mis manitas gordas o en lo dedos de los pies. yo sé que es un pecado odiar, pero esos engendros del demonio hacen que a veces mis madrugadas sean una auténtica tortura china, especialmente cuando se me olvida poner repelente en el cuarto de la choza por alguna razón . Pero estos mosquitos son inofensivos en comparación a la famosa pandemia del coronavirus que afecta al mundo, ya que día tras día mueren por este extraño virus entre 8 mil y 10 mil seres humanos, según el Hospital Universitario Johns Hopkins. cuando yo pensaba que este tipo de enfermedades raras, que solo salen en las películas, eran cosa del pasado y todo estaba fríamente calculado para darnos una mejor calidad de vida, pues lamentablemente no ocurrió así.
Como una luz al final del túnel, Costa Rica está haciendo las cosas bien, son pocos los casos positivos y son varios los recuperados, razón por la cual el Ministerio de salud nos dio el aval para poder realizar actividades que en otros países son impensadas de hacer en la actualidad, como lo es la reanudación del torneo de fútbol de la primera división, algo que ha sido digno de admirar por el mundo entero. este lunes 25 de mayo, según las autoridades de salud, se reportaron 21 nuevos casos, algo que no sucedía hace 45 días. Mi poca inteligencia me dice que los protocolos no deben descuidarse y mucho menos caer en excesos de confianza, tal como sucedió en la jornada de fútbol del pasado fin de semana, donde jugadores del equipo limón se abrazaron, como si recibieran el año nuevo, después del gol del jugador Luis Pérez. las excusas y las disculpas llegaron, algo típico cuando alguien se jala una torta. No juguemos de intrépidos, hay salud y cientos de familias que dependen del dinerito que genera el fútbol para vivir, así que tengamos paciencia que ya llegará el momento de abrazarnos.