Bici en recuerdo de Yendry
La familia de Yendry Loaiza, la joven de 16 años asesinada en Batán en agosto del 2019, guarda con cariño su bici tipo banana.
Sin embargo, esta bicicleta es también un recordatorio del crimen porque permitió vincular a dos hombres (de apellidos Lezcano y Soto) con la muerte de la muchachita.
“Mi mamá dice que no puede deshacerse de esa bicicleta ni de sus cosas, que iba a dejar todo ahí (en el cuarto de Yendry) hasta quién sabe cuánto tiempo”, cuenta Mitzy Loaiza, hermana de la muchacha.
Según dice Mitzy, esa bicicleta les hace pensar a diario en que todavía no se ha hecho justicia. Han pasado nueve meses desde el asesinato y las autoridades parecen no haber conseguido ningún avance.
Mitzy explicó que lo peor de todo es el sufrimiento que vive su familia al saber que los sospechosos se encuentran en libertad y sin ningún tipo de medida cautelar.
“Ha sido muy difícil, de vez en cuando van a la zona de 28 Millas y para mí es desesperante, muchas personas del pueblo tienen miedo y nosotros también”, dijo.
La parece inexplicable que anden libres ya que, aparentemente, tuvieron en su poder la bici de Yendry luego de que ella fuera asesinada.
Según el OIJ, Lezcano fue sorprendido con la bicicleta rosada y cuando le hicieron preguntas les dijo a los agentes que se la había comprado a Soto.
Intentaron apelar. Lo que Mitzy cuenta de la libertad de los sospechosos fue confirmado por la Fiscalía Adjunta de Limón, la cual señaló que pese a su liberación aún mantienen abierta una investigación contra los hombres.
En setiembre del 2019 la Fiscalía informó que Lezcano debía cumplir medidas cautelares como impedimento de salida del país, mantener domicilio fijo y firmar una vez a la semana, pero luego se las quitaron.
“Lezcano se encuentra en libertad, sin medidas cautelares, a pesar de que el 12 de noviembre del 2019 la Fiscalía presentó un recurso de apelación contra la resolución del Juzgado Penal que resolvió dejarlo en libertad; no obstante, el Tribunal Penal de Limón rechazó dicho recurso.
“Dentro del expediente también figura como imputado un hombre de apellidos Soto, quien tampoco cumple medidas cautelares”, informó el Ministerio Público.
Olvidados. Mitzy cuenta que ella y sus familiares se sienten olvidados por las autoridades y afirma que la última vez que el fiscal a cargo del caso habló con sus papás fue hace cinco meses.
Además, hace poco se enteró que el agente del OIJ que estuvo en contacto con ellos ya no llevaría la investigación porque lo pasaron de oficina.
“El caso prácticamente ha quedado en el olvido, el fiscal no nos llama y no se ha seguido ningún proceso de juicio o de preventiva (para los sospechosos).
“Cada día es más difícil, entre más tiempo pasa uno más la recuerda y el dolor sigue siendo el mismo. Hay que aprender a vivir con eso porque nunca se irá”, dijo la muchacha.
Según la joven, la que más ha sufrido es su mamá porque Yendry vivía con ella y era su compañera inseparable.
“El cuarto de ella está exactamente como lo dejó, su cama bien tendida, la bicicleta, mi mamá no ha podido sacar nada. Cuando yo llego es muy difícil porque se siente un silencio, como un vacío”.
Ilusionada. Algo que le duele mucho a Mitzy es que Yendry no pudo conocer a su hermanita menor.
“Ahorita la bebé tiene seis meses y se puede decir que ella vino a darle un poquito de paz a mi mamá, aunque de igual manera se siente el dolor por la ausencia de mi hermana”, contó.
Mitzy recuerda que Yendry estaba muy ilusionada por la llegada de la bebé y se le veía más feliz que nunca.
“De ella me hace falta su voz, la sonrisa, siempre vivía alegre y esa alegría se la transmitía a uno, ahora sentimos ese vacío que nadie va a poder llenar”, añadió.
La familia de Yendry aseguró que no descansará hasta que se haga justicia.
El que ellos estén en la cárcel no nos la va a devolver, pero por lo menos es saber que se hizo justicia”.
Mitzy Loaiza
Hermana