Más caídas por encierro
La Clínica de Caídas del hospital San Juan de Dios hizo un llamado para que las personas presten más atención a los abuelitos durante el aislamiento por el COVID-19, ya que las caídas de los adultos mayores han aumentado.
Los especialistas del centro médico explicaron que pasar más tiempo en casa puede disminuir la actividad física de la persona adulta mayor y afectar así su estado emocional. Esto genera un impacto en su capacidad de mantener la atención y aumenta el riesgo de caídas.
La doctora Alia Kozakova Valchuk, jefa del servicio de Geriatría del hospital y coordinadora de esta clínica, dijo que los abuelitos son más propensos a las caídas por los cambios del envejecimiento, que se manifiestan en variaciones en la postura, marcha y velocidad, así como en la capacidad de respuesta ante un tropiezo.
Por su parte, la doctora Milena Molina, fisiatra de esta clínica, resaltó que el distanciamiento y el aislamiento generan cambios en las posibilidades de relacionarse con familiares y amigos, además en la recreación, lo que puede afectar el estado emocional del adulto mayor. Esto influye en la atención y otras funciones del cerebro, lo que aumenta la posibilidad de sufrir una caída.
Por la fragilidad de los huesitos, las personas entre los 60 y 70 años tienden a fracturarse con mayor frecuencia la muñeca, ya que, como reacción de protección, utilizan el apoyo de la mano ante una posible caída para evitar el impacto. Las personas mayores de 70 años tienden a fracturarse la cadera.
Estas son las recomendaciones de los especialistas.
Parte física. Mantener una rutina de ejercicios básicos de fortalecimiento muscular en su casa al menos dos veces al día.
Caminar dentro de la casa al menos 15 minutos, se puede agregar durante la caminata una tarea cognitiva como sumar o restar números.
Sentarse y levantarse de la silla sin apoyo y lentamente, o con apoyo, realizar al menos 1015 repeticiones.
Levantar los brazos por encima de su cuerpo, al menos 15 repeticiones, y si puede agregar un poco de peso, puede ser una botella de agua.
Estimulación. Leer libros o periódicos.
Sacar las cuentas sin usar calculadora.
Mantener actividades sin riesgo como arreglar el clóset, cocinar, limpieza básica, cuidar las matas, entre otras.
Buscar actividades recreativas en casa como pintar, cantar, jugar juegos de mesa y mantener la comunicación telefónica con amistades y otros familiares.
Parte médica. No cambiar su tratamiento crónico sin supervisión del médico.
Mantener el control de las presión arterial, glucemias y frecuencia cardiaca.
No automedicarse y no perder control médico, sino buscar formas alternativas de obtener consejo médico oportuno como citas por llamadas telefónicas, consultas en línea, consejos profesionales en redes sociales de la Caja.
Parte de los hábitos. Evitar siestas frecuentes durante el día, esto resta sueño en la noche y hace que se despierte con frecuencia.
Uso permanente de audífonos y anteojos, según lo indicado por el médico.
Tener exposición a la luz solar en horas recomendadas.
Mantener su casa ventilada y con medidas de limpieza.