Klopp se ganó al mundo
Jürgen Klopp había cumplido apenas dos meses como técnico de Liverpool cuando ingresó en la cancha de Anfield e invitó a sus jugadores que formaran una fila junto con él en los límites del área penal. Desde ahí, todos agitaron los brazos, para agradecer a los aficionados que cantaban en la gradería conocida como The Kop.
El equipo había anotado recién, en el quinto minuto de descuento, para rescatar un empate 2-2 frente al débil West Bromwich Albion en la Liga Premier. Difícilmente era un resultado que ameritaba semejante emotividad, e inevitablemente Klopp fue blanco de críticos que consideraron ridícula la reacción.
Sin embargo, esta es una acción típica de un entrenador conocido como rebelde, diferente y apasionado, pero también calculador.
“¡Liiiverpool!”, corearon los hinchas, que forjaron así un vínculo sólido con el estratega alemán de gorra y gafas, que tenía la misión de hacerlos soñar otra vez.
Cuatro años y medio después, Klopp ha conseguido ya un estatus de leyenda en esta ciudad portuaria, como el hombre que condujo a Liverpool de vuelta a la cima del fútbol inglés, tras una espera de 30 años. El título 19 de liga en la historia del club.
El nombre de Klopp se encuentra ya inscrito junto con los de otros grandes entrenadores que han dirigido en Anfield: Bill Shankly, Bob Paisley y Kenny Dalglish.
Llegó. La victoria conseguida el jueves por el Chelsea, 2-1, sobre el Manchester City, permitió que Liverpool lograra su primer campeonato del liga desde 1990, cortando una de las sequías más rudas en el deporte británico.
Campeón europeo, del mundo y ahora de la Premier. Todo en un tramo de 13 meses y bajo la mirada de un excéntrico que ha transformado al Liverpool, de un equipo entretenido pero ineficaz en una potencia que gana trofeos haciendo gala de sangre fría.
Más que nada, Klopp ha logrado algo casi imposible en una era como la actual; le agrada prácticamente a todo el mundo.
Tan solo hay que preguntar a los seguidores del Manchester United y del City qué piensan sobre este hombre que relegó a sus equipos a papeles intrascendentes en la presente campaña. La mayoría se expresará con respeto y admiración para el entrenador.
Es fácil ver por qué. No es solo por su energía y pasión contagiosas junto a la línea de banda, ni por sus evidentes talentos para guiar a los jugadores.
“No quiero faltarles el respeto a los otros técnicos que le antecedieron, pero sentí esto desde el día en que entró por la puerta. Simplemente cambió todo, y todos lo siguieron”, dijo el capitán de Liverpool, Jordan Henderson, en referencia a Klopp.
En entrevistas y conferencias de prensa, Klopp se siente en casa. Lo mismo hace bromas que aborda temas políticos y de actualidad.
Klopp es además divertido, de risa estridente y sonrisa brillante —más aún desde finales del 2017, cuando se sometió a un tratamiento para blanquear los dientes. Todo ello es ahora un sello característico de la Premier cada semana.
Diferente. Cuán diferente habría sido todo si Klopp hubiera decidido unirse al Manchester United, con el que sostuvo conversaciones en el 2014, de acuerdo con su biógrafo Raphael Honigstein. En vez de ello, decidió un año después que tomaría las riendas de Liverpool, luego de dejar al Borussia Dortmund, un club alemán con raíces en la clase trabajadora, una gran herencia y un grupo de hinchas apasionados, justo como el equipo inglés al que terminó uniéndose en reemplazo de Brendan Rodgers.
Klopp ha resultado el candidato perfecto, muy lejos de la etiqueta de “El Normal” que él mismo se dio en octubre del 2015, durante su presentación en Anfield, haciendo una referencia a “El Especial”, como José Mourinho suele describirse.
Con su peculiar carácter y sus frases ingeniosas, se le considera una de las mayores personalidades del fútbol europeo.
Con su estilo ofensivo, el Liverpool desafió al City como el equipo más divertido para mirar por la TV en Inglaterra durante 2017 y 18. Pero solo cuando Klopp moderó los ataques temerarios, los Reds pudieron superar los resultados de los Citizens.
Klopp tiene contrato hasta el 2022, y habrá más momentos mágicos para los aficionados, con un líder que ha sabido encumbrar de nuevo al Liverpool.