CHEPITO Y LAS OFENSAS
es comprensible que muchos abonados de las empresas que proveen servicios públicos estén chivas con estas. se han equivocado muy feo en la facturación, generalmente a favor de ellas, y han cobrado montos de miedo a gente que no tiene trabajito o está ganando mucho menos que antes y no consume lo que la empresa le dice en el recibo.
Hemos conocido casos así y hasta la ARESEP debió intervenir para pedir cuentas y medio ordenar la situación porque si no todo iba a seguir igual. la molestia de los clientes debe enfocarse en las empresas, se llamen como se llamen, si es que dan un servicio deficiente o meten los escarpines en los recibos, no tienen por qué agarrarla contra las personas que leen los medidores en los barrios.
Pero tristemente pasa. un empleado de AyA y otro de la empresa de servicios Públicos de Heredia ( esPH) le contaron a la Teja que en algunos sitios los tratan muy mal, “como a una basura”, explicó uno de los pulseadores. eso no se vale. los trabajadores hacen su trabajo con honestidad; ellos no fijan las tarifas ni son los que meten las de andar. en todo caso la responsabilidad es de las empresas, pero nunca de ellos. uno de esos empleados decía que teme lo peor y tiene razón. las duras condiciones que ha traído la pandemia tienen a muchas personas “mirame y no me toqués”, con altos niveles de agresividad, pero eso no debe llevar a perder los estribos o la calma. las personas que leen los medidores andan ganándose el pan, no andan molestando a los clientes. ojalá en todo lado lo entiendan de esa manera y los respeten cuando los ven. digamos No a la violencia en todos los campos.