Winyi en posición prohida
El exjugador de fútbol Rayner “Winyi” Robinson, de 44 años, fue condenado a 9 años de cárcel por formar parte de una banda narco conocida como “Los Limonenses”, la cual se dedicaba a la venta y distribución de drogas en distintos puntos de Santa Cruz, Guanacaste.
Junto a Robinson también fueron condenados otros seis hombres, entre ellos un exoficial de la Policía Turística de apellidos Álvarez Quirós y otro sujeto de apellidos Campos Cisneros, quienes recibieron la misma pena que el exgoleador.
Los otros cuatro sentenciados son de apellidos Viales Barton, Bustos Cholette, Joubert Sencion y Loaiza Ocampo, quienes fueron condenados a 8 años de cárcel cada uno.
Robinson y los demás miembros de la banda fueron detenidos el 26 de abril del 2018 por medio de un megaoperativo en el cual el OIJ realizó una serie de 21 allanamientos en Santa Cruz, Puntarenas y Limón. El exfutbolista fue capturado en Corales II de Limón.
Durante sus años como futbolista, el Winyi se acostumbró a mover la pelota por toda la cancha, pero una vez retirado, según el Ministerio Público, lo que Robinson empezó a mover fue la droga.
“Según la investigación de la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz, durante el tiempo en que operó la organización, Robinson vivía en Limón y se encargaba de conseguir, en esa provincia, la marihuana que luego enviaba a la banda en Guanacaste”, informó la Fiscalía.
De acuerdo con las autoridades, esas drogas eran llevadas hasta Tamarindo, donde la banda tenía su centro de operaciones, pero también tenían “negocios” en Villareal, Santa Rosa, Huacas, Brasilito, Potrero y Cartagena.
Las autoridades pusieron su mira sobre el Winyi en julio del 2014, cuando en aquel momento su familia lo reportó como desaparecido, tras salir a pescar, pero luego apareció para decir que estaba en Panamá.
Polémico. Durante su carrera deportiva, Robinson vivió momentos polémicos y muy llamativos por la manera de celebrar sus goles.
El exdelantero empezó a brillar en la Asociación Deportiva Limonense, junto a Kurt Bernand y Víctor “Mambo” Núñez.
Sus actuaciones llamaron la atención de Alajuelense y Saprissa, que en el 2000 se pelearon por el fichaje del caribeño.
Originalmente el jugador se había comprometido de palabra para firmar con la Liga, pero a último momento cambió sus planes y se vistió de morado.
Posteriormente jugó con Santos de Guápiles, Herediano, Santa Bárbara, Puntarenas, San Carlos y Limón, club en el que se retiró del fútbol.