Ropita hace sentir vivo a su hijo
Una pantaloneta y un par de zapatos son parte de los recuerdos que mantiene intactos doña Virginia Rodríguez de su hijo Hamir Asís Esna Rodríguez, de 11 años, una de las cinco personas que perdieron la vida durante una balacera que se armó en playa Cieneguita, Limón, la tarde del sábado 2 de octubre del 2016.
Doña Virginia espera justicia y sigue con atención el juicio que comenzó el 27 de abril en contra de los acusados de matar a su hijo, a quienes la Fiscalía de Limón identificó como Dinier Estrada, conocido como “Ojos Bellos” y tres hombres de apellidos Ugalde Odio, Ventura Estrada y Estrada Rivera. Contra todos ellos se pidió este lunes 20 de julio las penas máximas.
Un cuarto acusado, relacionado con esta banda es un expolicía de apellidos Vallejos Hernández, a él no lo vinculan con las muertes, pero si le achacan los delitos de favorecimiento personal y asociación ilícita y pidieron diez años de cárcel para él.
Según el Ministerio Público “Ojos Bellos” les ordenó a los cuatro integrantes de su banda matar a otros hombres de una organización rival, pero terminaron asesinando a cinco bañistas inocentes con sus armas AK-47.
Además de Hamir, murieron Stephanie Camacho, de 15 años; Eloísa Pinnock, de 33; Corina McKenzie Pennicott, de 38, y Francisco Miralles Montoya, de 21, (este último era uno de los blancos del ataque).
Doña Virginia cuenta que confía en la justicia divina, más que en la terrenal.
“A mí me duele que me arrebataran a mi hijo, no fue un pedazo de chancleta lo que perdí. Todavía lo lloro, voy al cementerio y me da tristeza que por algo tan tonto tuvo que pasar su muerte, me duele en el alma. Yo no juzgo a nadie, los responsables algún día le tendrán que dar cuentas a Dios”, reflexionó la señora.
Ella mencionó que conserva como un tesoro la pantaloneta y los zapatos de su hijo porque es la forma de sentirlo a su lado.
“No mantengo la camisa porque la destruyeron los rescatistas al tratar de salvarlo; la gente me dice que soy valiente, pero lo que pasa es que le dije a Dios: ‘Me lo diste once años y lo disfruté, pero en el momento que tenía que llevárselo lo hizo”, sostuvo.
Menciona que lo que le duele es saber que no pudo ver a su hijo convirtiéndose en un profesional ni cumpliendo sus sueños.
Otro crimen. A la banda de “Ojos Bellos” la relacionan con otro ataque que ocurrió el 12 de julio del 2016 y en el que supuestamente los imputados fingieron ser agentes del OIJ para entraron a la casa del doctor Marconey Hernández Quirós en Villa del Mar, en las cercanías de Moín.
Dentro de la vivienda robaron algunas de sus pertenencias y luego le quitaron la vida a Hernández en la sala de la casa con dos disparos en el pecho y uno en la pierna izquierda. El ataque lo cometieron frente a la esposa del doctor y de su hija. Él murió en el hospital Tony Facio de Limón.
Uno de los artículos robados, una tableta electrónica, fue decomisada a Dinier Estrada, tiempo después.
Por estos hechos el Fiscal Manuel Jiménez les pidió a los jueces 195 años de cárcel contra “Ojos Bellos”, Ugalde, Ventura y Estrada por haber cometido seis homicidios y una tentativa de homicidio.
Siguen en el tabo. La Fiscalía había señalado que este martes en la madrugada se vencía la prisión preventiva contra Ugalde, Ventura, Estrada y Vallejos, pero este lunes en horas de la tarde confirmaron que esta se mantendrá por 17 días más en espera de la finalización del juicio.
El abogado Carlos Cartín, defensor de Ventura, agregó que este lunes en la tarde comenzaron las conclusiones en las cuales pidió la absolutoria de su cliente.
Se espera que este juicio termine esta semana; no obstante, desde el inicio ha tenido una serie de atrasos, por ejemplo, el primer debate fue suspendido porque al parecer “Ojos Bellos”, se “inventó” una amenaza de bomba y problemas de salud.