Corazoncito fauleó al doc
La renuncia del doctor Rodrigo Marín es el vivo ejemplo de que el amor nos hace volar tanto que nos puede nublar la mente, aunque tengamos 48 años.
El pasado 24 de mayo nos llegó la primera señal de que algo estaba pasando entre el entonces director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud y la periodista de Repretel, Fabiola Herra.
El doctor Marín publicó en sus redes sociales una foto desde el hotel Le Cameleon, en Puerto Viejo de Talamanca.
La periodista también posteó fotos y, curiosamente, estaba en el mismo hotel que el doc.
Sin embargo, cuando le preguntamos a Marín que si andaban juntos, nos dijo que él andaba solititico y que ni siquiera vio a Herra.
Pero, como entre cielo y tierra no hay nada oculto, el pasado 13 de julio se destapó todo el tamal.
Marín se confesó durante la grabación del programa Tu cara me suena, de Teletica, al que llegó acompañado de la periodista, el domingo 12 de julio.
“Es una mujer excepcional, lo que cualquier persona desearía, una gran profesional, mamá y mujer. Todos los días me enamoro de ella, solo de verla me enamoro”, dijo Marín.
Flechazo lo jodió. Días después, el doctor volvió a demostrar que estaba de la nariz de Fabiola, esta vez en el programa A Cachete, del periodista Luis Carlos Monge.
“Me flechó desde que la vi y trabajamos en buscar la falta (en llegarle a Fabiola)”, reconoció Marín en el programa que se transmite en Multimedios.
“Fue amor a primera vista. Para mí es muy importante preguntar cuál es la situación
La reina de mi vida es una mujer excepcional como mamá”.
Rodrigo Marín doctor
sentimental y me dijeron que estaba sola. Desde el primer momento que llegué me sorprendió, pensé ‘esto, ¿qué cosa es?’ porque, aunque conozco periodistas, no tenía mucho conocimiento de ella, ahí fue donde empecé a moverme”, dijo para después derretirse todo con un mensaje que la Fabi le grabó en un video que pasó Luis Carlos en su programa.
El fin de semana pasado, el doc viajó a Guanacaste y anduvo en yate en Flamingo.
Hay una foto en la cual se ve una espalda de una mujer y aunque no hubo certeza de que fuera ella, otra vez los tortolitos se cantaron solos y sin guitarra porque ambos se dejaron ver, en distintas publicaciones, en la misma habitación de hotel.
El amor le puso una venda en los ojos a Marín, quien no fue capaz de ver que estaba rompiendo su burbuja y se brincó todos los protocolos sanitarios, los que él mismo le pidió a la gente respetar, una y otra vez, en las conferencias de prensa.
Así es el amor, ya Marín no es el director de Vigilancia de la Salud pero tendrá más tiempo para pasear con Fabiola.