Peluditos contra el coronavirus
Hay perros entrenados que detectan drogas, explosivos, armas, sangre, transmisores de plagas en los cultivos y personas fallecidas.
Existen otros peluditos que son capaces de identificar a personas con cáncer, Parkinson, malaria e infecciones bacterianas.
Por eso, un experto en el tema promueve que en Costa Rica los guatos se puedan entrenar para la detección de pacientes con coronavirus.
Ese es el objetivo de
Jorge Soto, quien es instructor internacional canino en la especialidad de perros de detección. También posee amplia experiencia en obediencia canina.
Esta idea ya comenzó su primera etapa de estudio e implementación en países como Chile, Reino Unido y Francia.
En Chile, la Escuela de Adiestramiento Canino de Carabineros en conjunto con la Universidad Católica trabajan para que los canes se conviertan en “perros biodetectores”.
Según información dada a conocer por el diario El Mercurio, los animalitos detectarían el virus a través del sudor de las personas con un 95% de efectividad.
Detallan que la idea es que lo logren mediante el sudor de las axilas de los pacientes con covid-19 en una etapa temprana, ya que “concentran compuestos que los perros son capaces de detectar” debido a la respuesta inmunológica que da el cuerpo ante el virus.
Un perro tiene 300 millones de receptores de olfato, y esto hace que ese sentido sea 50 veces superior al de un ser humano.
Los perros son capaces de detectar con su olfato cambios en los niveles de glucosa en la sangre o infecciones bacterianas.
Hay estudios de Medical Detection Dogs que arrojan que cada enfermedad tiene un olor único que los canes son capaces de percibir, aunque todavía no se ha detallado si el covid-19 lo tiene.
Plan piloto. Soto es el dueño de la empresa Seguridad SAD K9 y sostiene que esta idea se puede utilizar en el país como una buena forma de detectar pacientes asintomáticos.
Por eso promueve que, con la autorización del Ministerio de Salud, se pueda realizar un plan piloto y que luego se implemente su presencia en aeropuertos o fronteras terrestres.
Según comentó Soto, un perro realizaría una detección rápida y sin contacto de unas 200 personas por hora y serviría de mucho en el control de personas asintomáticas, pues el olor siempre estaría presente si porta el virus.
Soto explicó que los perros que se seleccionan para este tipo de trabajos se determinan por sus impulsos e instintos.
Es decir, los cachorros deben contar con características como sociabilidad y ser muy juguetones para poder encajar. Además deben mostrar un instinto de caza muy alto y deben ser muy equilibrados, es decir, no pueden ser buscapleitos.
Soto considera que cualquier raza puede servir para la detección, siempre que cumpla con estas características.
Hasta un zaguatito puede entrarle, aunque normalmente se seleccionan labradores, golden, pastor alemán, holandés o blanco suizo.
Luego de la selección, los perros se pueden entrenar para un olor específico después de los once o doce meses de edad.
Finalmente, a los peluditos se les lleva a hacer prácticas a lugares como bodegas, buses o aviones para determinar si discrimina cor rec - tamente ese olor.
“Cuando notamos que el perro está discriminando correctamente el olor valoramos cuándo está listo para salir a trabajar. La introducción de olores puede durar de un mes a mes y medio. Cuando salen a prácticas pueden ser unos dos meses más, es decir, en cinco meses el perro ya está trabajando en campo”, comentó Soto, quien cuenta con certificación internacional.
En los países mencionados la iniciativa se encuentra en una fase primaria. En la segunda etapa se contemplaría la evaluación de la detección, que busca definir cuán fiable es y, en un tercer término, se buscaría masificar el trabajo de los peluditos.
Cristian Naranjo, miembro de la junta directiva del Colegio de Veterinarios, considera la iniciativa como positiva pues significaría un importante ahorro de recursos en pruebas, aunque destacó que en otros países apenas está en la fase de estudio.
“En este momento en Reino Unido hay cuatro perros que empezaron las pruebas con ropa y tapabocas de pacientes con covid. El sentido del olfato en los perros es dos mil veces más fuerte comparado con sus otros sentidos y puede detectar la equivalencia a la de disolver una cuchara de azúcar en dos piscinas de tamaño olímpico. Así como ha funcionado con otras enfermedades, sería excelente si pueden llegar a detectar el c ov i d ” , enfatizó.
Las patologías respiratorias alteran el olor corporal y esto nos hace creer que los perros también pueden detectar el covid-19″. Jorge Soto Instructor internacional canino