Vamos como el cangrejo
Este jueves se registró la cifra más alta de nuevos casos de coronavirus en el país desde que comenzó la pandemia el 6 de marzo.
Se registraron 768 personas positivas en 24 horas y 9 fallecidos, llegando a 80 lamentables muertes. Esto genera un total de 13.129 casos confirmados.
Además, 290 personas se encuentran hospitalizadas, 43 de ellas en cuidados intensivos, y todos los días las autoridades nos recuerdan la posibilidad de que los sistemas de salud colapsen si las cifras siguen como la espuma.
A pesar de estos números de horror, las autoridades anunciaron que el 1 de agosto abrirán los aeropuertos internacionales y se le dará chance a vuelos procedentes de la Unión Europea, Reino Unido y Canadá.
¿Cómo así?. Luego del anuncio la gente comenzó a manifestarse en redes sociales cuestionándose por qué si vamos como el cangrejo, a pesar de los martillazos, y no podemos ni salir al parque del barrio se van a abrir los aeropuertos.
El ministro de Salud, Daniel Salas, resaltó nuevamente que hay un “colapso en el seguimiento de casos y toma de muestras” e indicó que este viernes se referirá con más detalle a la variación en las cifras registradas esta semana.
Eso sí, recalcó que si no se hubieran tomado medidas como los cierres de negocios y la restricción vehicular el panorama sería mucho peor. Santo Dios.
Con respecto a los vuelos que se van a abrir, Gustavo Segura, ministro de turismo, dijo que los vuelos solo representan el 1% de todos los que se hacían antes de la pandemia (serán cinco por semana y antes se hacían 18 por hora) y recordó que los turistas vendrán de países con tasas de transmisión bajas. Además, deberán cumplir un protocolo riguroso para ingresar.
¿Por qué para atrás?.
Por su parte, la exministra de Salud, María Luisa Ávila, opinó que no es factible decir con seguridad si con menos medidas habría más casos, o al revés, pero tiene una posible explicación de por qué vamos como el cangrejo.
“Esto no es decir, hoy voy a aplicar esta medida y voy a esperar la reducción de tantos casos, porque aún hay muy pocos estudios matemáticos que lo determinen.
“Yo tengo una hipótesis, para casi cinco meses de pandemia, que las personas que se han visto afectadas con el cierre de negocios y deben trabajar, están buscando alternativas que no generan la trazabilidad necesaria para identificar casos. Por ejemplo, la persona que hace uñas ahora las hace a domicilio, y si esa muchacha sale positiva ella jamás dirá quienes son sus clientes para no comprometerlos.
“En cambio, en una actividad controlada no hay problema de decirlos. Yo pienso que el tema de la informalidad, al que muchos están optando porque necesitan llevar comida a su casa, es lo que lleva a una situación que condiciona la aparición de casos”, explicó.
Una guerra. El presidente de la República, Carlos Alvarado, aseguró que se debe convivir con el virus, y que se debe tener un balance entre la salud y la economía.
Comentó que la actividad turística se abre de acuerdo a las posibilidades, y que los periodos de apertura se alternarán con otras de restricciones.
Sobre las manifestaciones de comerciantes pidiendo que se abran sus negocios y que los dejen trabajar, Alvarado dijo que es su derecho en una democracia.
“Esto no es fácil, son tiempos duros, lo más cercano y parecido a una guerra. Tenemos gente que lamentablemente fallece y personas en la primera línea de atención arriesgando sus vidas. Y, como en las guerras, hay afectaciones severas en la economía, ese es el tipo de tiempo que vivimos, es extraordinario y las medidas tienen un sentido”, dijo.
“Llegaremos al punto de retomar las actividades económicas con los protocolos necesarios”, añadió, aunque recordó que no se puede asegurar un retorno a las actividades normales en varios meses.