La Teja

Usó paredón para evitar tragedia

- Adrián Galeano Calvo adrian.galeano@lateja.cr

Una aparente falla en los frenos del camión de carga pesada que manejaba le costó la vida a Luis Diego Rodríguez Agüero, dueño del Depósito y Ferretería Cariari.

Junto a Rodríguez, de 53 años, viajaba su hermano Fernando, quien de milagro sobrevivió al impresiona­nte accidente y que está internado, en condición estable, en el hospital de Guápiles.

El fatal percance ocurrió este viernes a las 5:38 de la tarde en la ruta que comunica San José con Limón (Ruta 32), específica­mente del túnel Zurquí, 5 kilómetros en dirección a San José.

Según la central del Cuerpo de Bomberos, debido a la falla mecánica el camión se salió de la carretera y pegó contra un paredón de piedra.

Diego Rodríguez, hijo del dueño de la ferretería, contó que su papá hizo esa maniobra para evitar un choque que pudiera afectar a otros conductore­s.

“Él iba para la ferretería cargado de materiales y al parecer le fallaron los frenos por lo que para no causar un daño peor trató de no chocar contra otro carro y por eso se tiró contra el paredón para intentar frenar, pero no lo logró”, explicó el joven.

A raíz del accidente quedaron esparcidos por la carretera materiales como perlings y láminas de zinc. Cuando los cuerpos de emergencia llegaron ya no había nada que hacer por don Luis Diego.

Muy querido

El joven contó que en enero del 2021 su papá iba a cumplir 10 años de ser el dueño de la ferretería, tiempo en el cual se ganó el cariño de muchas personas.

“Era una persona muy querida en la localidad pese a que nosotros no vivimos siempre ahí, pues llegamos a Cariari hace unos once años, pero él supo ganarse el cariño de todas las personas”, añadió.

Diego dijo que el éxito que su papá logró con el negocio se basaba en que él no veía a las personas como clientes, sino como amigos. Además siempre trataba de ayudarlos en todo lo que podía.

“Tenía un gran corazón, siempre trató de ayudar al prójimo, le metió mucho el hombro a los colaborado­res de la ferretería y de la mueblería que teníamos. Él siempre se preocupa por todos y era un gran apoyo para la comunidad”.

Su hijo dijo que siempre lo recordará como un luchador, pues nunca se rindió ante los obstáculos que le apareciero­n.

“Fue una persona muy luchadora pues desde los doce años empezó a trabajar, no pudo terminar el colegio, solo sacó su sexto grado, pero tenía mucha iniciativa y muchos proyectos”, finalizó.

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CORTESÍA Rodríguez fue un pulseador que logró sacar adelante su negocio.
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FOTO CORTESÍA Los materiales que transporta­ba quedaron sobre la carretera.

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