Burbuja lo protegió de broncas
Con estricto apego a los protocolos sanitarios que se han impuesto por la emergencia del covid-19, el presidente de la República, Carlos Alvarado, y la primera dama, Claudia Dobles, asistieron este sábado a Guanacaste en el marco del 196 aniversario de la anexión del partido de Nicoya a Costa Rica. Y se salvaron, no hubo broncas.
Esta visita fue muy distinta a los años anteriores, con poquísima gente (máximo 30) para respetar el distanciamiento físico, las actividades no excedieron una hora y baja estrictas medidas sanitarias. Todo esto evitó protestas por el desempleo y la crisis económica que afronta el país.
La agenda del mandatario y la primera dama abarcó cuatro puntos. A las 8:30 a.m. entregaron una ofrenda floral al monumento de la Anexión, realizaron un Facebook Live de rendición de cuentas de la inversión social y pública en la región Chorotega, así como la atención durante la emergencia sanitaria.
Con medios. Alvarado atendió a medios de comunicación y finalizó con la participación en la sesión del concejo organizada por la Municipalidad de Nicoya.
El presi insistió que como no habría una vacuna para el coronavirus prontamente, el Gobierno seguirá alternando entre aperturas y cierres para evitar la saturación de los hospitales.
Recordó que a partir del 1 de agosto se podrá ir a la playa hasta las 2:30 p.m., entre otras medidas para dar un respiro al sector comercial.
Entre las obras que destacaron en la rendición de cuentas, estuvieron una 26.693 millones en la mejora el acceso al agua potable en Guanacaste, gracias a ocho proyectos que se ejecutan o se concluyeron en el 2020 para más de 90 mil personas, impulsados por el AyA.