La Teja

Pedazo espacial de ¢90 millones

- Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

Hace ya más de un año que el fragmento de un meteorito cayó en la casa de doña Marcia Campos Muñoz, quien lo ha cuidado como su vida, en espera de que algún coleccioni­sta le ofrezca buena platica.

Ella aún no ha vendido ese kilo y medio de material espacial que le pegó tremendo susto el 23 de abril del 2019 a eso de las 9 de la noche, en La Caporal de Aguas Zarcas de San Carlos, aunque otros vecinos sí vendieron sus pedazos de meteorito casi de inmediato.

La Teja conversó con ella para saber qué ha pasado con ese fragmento del meteorito, al cual la

Sociedad Meteorític­a Internacio­nal bautizó como

Aguas Zarcas el 20 de mayo del 2019.

–¿Por qué no ha podido vender su meteorito si causó una locura entre los compradore­s de todo el mundo?

Na - die me ha hecho una oferta seria por mi meteorito. Los compradore­s que se acercaron me ofrecieron muy poco, lo querían regalado.

Los científico­s de la UCR que examinaron el meteorito parecía que se iban a poner a llorar de la emoción”.

Marcia Campos Dueña

–¿Se lo va a dejar o quiere venderlo?

Escucho ofertas. No tengo ningún problema en venderlo, pero que no me vengan a ofrecer cinco dólares por gramo. Yo sé lo que tengo y lo que puede valer.

–¿Cuánto le pueden ofrecer para empezar a negociar?

Para arriba de los cien dólares (¢59 mil) por gramo, como mínimo (si vende todo serían casi ¢90 millones).

–¿Por qué asegura saber lo que tiene?

Y o siempre he sido muy analítica, no soy de desesperar­me y menos solo porque todo el mundo aquí vendió sus fragmentos, yo no voy a correr a venderlo. Desde un principio comprendí que tengo un pedazo del espacio y que eso tiene un alto precio.

–¿Sabía algo sobre los meteoritos antes del 23 de abril del 2019?

Nada. Me tocó ponerme a estudiar. Justamente por eso, por haber estudiado tanto sobre meteoritos es que ahora entiendo mejor qué es lo que cayó en mi casa.

–¿Siente que ese meteorito es especial?

Hubo muchos fragmentos, incluso sé que se vendió uno de un kilo y seteciento­s gramos, pero el mío fue el único al cual los científico­s de la Universida­d de Costa Rica (UCR) examinaron y certificar­on que realmente había caído del espacio, esto también debe ser reconocido (a la casa de doña Marcia llegaron los geólogos de la UCR, Gerardo Soto, Pilar Madrigal y Óscar Lücke).

–¿Tiene el meteorito en su casa?

No. Desde que comenzó toda la locura de la búsqueda de

fragmentos y la compra por parte de extranjero­s, lo saqué de la casa. Fue justo después de que la UCR lo examinó y confirmó que era espacial.

–¿Dónde lo tiene?

Está bajo buena custodia y no diré dónde, pero está en una caja fuerte. Además, está empacado tal y como me lo recomendar­on los científico­s de la UCR: primero forrado con papel aluminio para meterlo dentro de una bolsa plástica con cierre hermético que metí en una cajita de vidrio que coloqué en una caja fuerte. No se permite que nadie lo toque para que no lo contaminen.

– Si una universida­d o alguna institució­n de otro país le propone que les lleve el meteorito para examinarlo, ¿lo haría?

Es algo que tengo que pensar, podría ser porque entiendo muy bien el valor científico que tiene este meteorito. Comprendo que es un pedazo de historia más antigua que el propio sistema solar y que la vida en la Tierra.

–¿Ese meteorito le cambió la vida?

Puede decirse que sí. Nunca había tenido contacto con la prensa y ahora es más frecuente, incluso la internacio­nal porque he recibido a gente de Telemundo o de la revista Ciencia de Estados Unidos.

No sabía nada de meteoritos y ahora comprendo mucho. Era una persona muy tranquila y normal en mi pueblo y ahora la gente, incluso un año después, viene a mi casa con pequeñas piedras para que yo les diga si es un meteorito. Además, hay mucha gente que me pide fotos sosteniend­o el meteorito, pero lo hago poco y cuando lo hago es protegiénd­olo con el papel aluminio, nadie lo toca directamen­te.

–¿Cómo se siente un meteorito?

Como brocho, áspero, es como una piedra áspera, como cuando se toca algo de metal que no ha sido pulido.

–¿De qué color es exactament­e?

Ha cambiado de color. El propio 23 de abril del año pasado era de un anaranjado precioso, se le veían como unos cristales por dentro, los cuales brillaban muy lindo en la parte donde se fragmentó. Durante tres días completos estuvo tibio y anaranjado, cuando se enfrió la parte en la cual se arrancó un pedacito al caer se puso café, en su mayoría ahora es café.

 ?? CORTESÍA ?? A Marcia Campos le cambió la vida
CORTESÍA A Marcia Campos le cambió la vida
 ?? CORTESÍA ANDREA SOLANO ?? A Marcia Campos le cambió la vida este meteorito.
CORTESÍA ANDREA SOLANO A Marcia Campos le cambió la vida este meteorito.
 ?? CORTESÍA ?? Al caer el meteorito, rompió una lata de zinc en la casa.
CORTESÍA Al caer el meteorito, rompió una lata de zinc en la casa.

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