96 horas centrados en la radio
Dos locutores con experiencia en los micrófonos y con muchas ganas de colaborar y hacer historia están listos para meterse por 96 horas a una cabina a radio.
Se trata de Aleks Morales, conocido como “el Chaparro”, y Marcony Sánchez, a quien le dicen “el Kpitano”. Ambos ingresarán desde el mediodía de hoy a las instalaciones de Centro (96.3 FM) y saldrán a la misma hora el próximo domingo.
El evento se hace para celebrar los 49 años de la emisora y también para recoger dinero y ayudar a la Asociación Obras del Espíritu Santo. De hecho, el padre Sergio estará dando la bendición al iniciar la actividad.
El par de colmilludos de la radio afirma que para ellos es una oportunidad bonita de ver de qué están hechos y ayudar a la fundación, que recibirá toda la platica que se junte.
El evento se transmitirá por las redes sociales y por el canal de YouTube de Centro de manera ininterrumpida.
“Ya unos colegas de Sabrosa habían hecho un reto así en 1995 de 73 horas y nosotros queremos superarlo con 96 que es la frecuencia de la emisora. Va a ser una especie de Big Brother, en el que la gente nos va a poder hacer preguntas sobre nosotros y con retos físicos, todo dentro de la radio, lo más importante es que todo va para la asociación, nosotros no tocamos ni un cinco de eso”, aseguró Aleks.
El Chaparro comentó que antes de meterse a la cabina un médico los revisó y hasta les hizo la prueba de covid-19. Además, desde hace un mes están con la supervisión de una nutricionista.
Morales, quien tiene 27 años como locutor, contó que no le pueden faltar unas pantuflas de unas garras que le regalaron sus hijos y que le encantan.
También pidió que le llevaran un arrocito con pollo para sentirse que está como en casa.
Está rudo. Por su parte, Marcony dijo que se ha preparado mentalmente para el reto porque sabe que no será nada fácil.
Él asegura que cuenta con el apoyo de su esposa, Ledys Anchía, quien más bien lo motivó a hacerle frente al desafío.
En su caso, lo que no le podrá faltar es una almohada que carga a todos los lugares donde se queda a dormir para poder descansar plenamente.
Cabe destacar que una vez que empiece el reto, los presentadores dormirán hasta que no aguanten y después lo harán solo tres horas cada doce, es decir, intentarán estar el mayor tiempo posible acompañando a los oyentes.
“Para mí lo más complicado va a ser el asunto de la dormida porque cortar el sueño es difícil, también los retos que se le ocurran a la gente podrían ser difíciles”, dijo Sánchez.