Andanzas de un entrenador
Cuando un entrenador llega a un equipo cree que puede conseguir los objetivos planteados y hasta superarlos. es que tenemos una gran autoconfianza. lo cierto es que, aunque veamos a un equipo en el despeñadero, pensamos que podemos sacarlo de ahí, que nosotros conocemos demasiado y que el técnico anterior quizás no esté tan actualizado como nosotros o que le faltó mano dura, más horas trabajo, sacarles mejor provecho a sus futbolistas. en cuanto al tiempo, hacia fuera decimos que es poco, pero a lo interno creemos que en una semana pondremos los muchachos a volar y soñamos con ganarles a los grandes. Olvidamos aquello que decía el gran escritor argentino ernesto sábato: “todo hombre es un Dios cuando sueña y no es más que un pobre diablo cuando piensa”.
Algunas veces descubrimos cosas como que, aquel jugador que veíamos desde fuera técnicamente muy bueno, presenta algunas Deficiencias.
Que aquel otro no le gusta entrenarse bien, que otro bajo la adversidad se desinfla y que el dirigente comprensivo y amable del inicio se convierte de a poco, si los resultados no salen, en una especie de especialista que critica todo. este dirigente habla recalcando que él no sabe de fútbol, ni se mete en cuestiones técnicas, aunque pase toda a la semana hablando del sistema que se debería utilizar e insinúa la alineación.
Posiblemente soy un exagerado, porque quizás se lograron los objetivos y en el otro torneo pensamos que se puede lograr más, lo cual es muy bueno, pero pedirán más y ya no nos mirarán como si fueramos un delincuente cuando se pierden dos o tres partidos seguidos. dirán que están con nosotros y que esto es un proceso. luego cuando perdemos tres partidos seguidos publicarán un comunicado diciendo que por acuerdo mutuo ya no somos más el técnico y agradecerán nuestro profesionalismo.