OIJ necesitó refuerzos
El OIJ regresó ayer al botadero clandestino en San Jerónimo de Cachí, en Cartago, donde supuestamente estarían los restos de Allison Bonilla.
Esta vez buscaron a la muchacha con ayuda de un perro especializado en rastrear restos humanos.
Las autoridades dijeron que la búsqueda la iniciaron a las 7 a. m., y que recorrieron varios puntos del basurero, pero sin resultados positivos.
El rastreo comenzó el jueves de la semana pasada, luego de que el principal sospechoso, un sujeto de apellidos Sánchez Ureña, de 28 años y conocido como Sukia, declaró que violó, mató y tiró el cuerpo de la muchacha, de 18 años, en ese sitio.
Noche. La última vez que Allison fue vista con vida fue la noche del 4 de marzo anterior cuando regresaba a su casa luego de bajarse del bus de Cachí. Ella había ido a comer a la casa de su novio.
Aquel día se bajó del bus y debía caminar 1,5 kilómetros para llegar hasta su vivienda, en Ujarrás de Paraíso, en Cartago. Pero eso no sucedió, ella alertó a su novio, por medio de un mensaje, que dos hombres la seguían. Su mamá, doña Yendry Vásquez, salió a toparla, pero no la encontró.
Sukia descuenta prisión preventiva en el Centro Nacional de Atención Específica, en la Reforma.