La Teja

Aliado del muñeco

- Franklin Arroyo franklin.arroyo@lateja.cr

Lo que mal empieza, mal termina... El alterado viaje de Cartaginés a Jicaral terminó como se presagiaba, con una derrota que al final fue de 1-0.

Las malas señales arrancaron el sábado, cuando el equipo tardó 11 horas en llegar a Jicaral, luego de pegarse en un bloqueo en Chomes, de Puntarenas.

Los brumosos seguro se la olían y pidieron posponer la mejenga del domingo, la cual se jugaría a las 11 a. m., pero les dijeron que no.

La segunda mala señal llegó el domingo en la mañana pues en Jicaral prácticame­nte se cayó el cielo sobre la cancha de la Asosiación Cívica Jicaraleña, se desbordó una quebrada cercana y se inundó la plaza. ¡Al fin se pospuso el partido!

Eso sí, lo que parecía una buena noticia para los cansados jugadores brumosos, terminó siendo otra señal más de lo que les ocurriría en la cancha este lunes, a las 11 a. m., que arrancó el juego.

A los blanquiazu­les no les salió nada, ¡pero nada! No tuvieron muchas llegadas de peligro y Marcel Hernández tuvo pocas opciones, o sea, como que ya estaba escrito que no iba a ser el día (o mejor dicho el fin de semana) del Cartaginés.

Los paperos entraron con todo a la mejenga y apenas al minuto uno de juego, Marcel tuvo la primera, se quitó a un defensor dentro del área y disparó de zurda, pero un defensa se interpuso y la envió al tiro de esquina.

Un minuto después, el cubano lo intentó otra vez, ahora de cabeza, pero el remate se fue alto, y poco a poco el isleño fue misteriosa­mente desapareci­endo.

Jeykel Venegas y Marcel volverían a tocar la puerta, pero sin mucho peligro, o sea, Kevin Briceño, quien ya se recuperó de la lesión, casi que estuvo de espectador.

Sin tanta bulla. Jicaral no necesitó acercarse mucho al marco rival para anotar y a la primera llegada lograron el único gol del partido, eso sí, fue un pepinazo con sello brasileño que valió el boleto.

Kevin Briceño sacó abajo y su equipo en dos pases logró llegar hasta el mediocampo brumoso. El pequeño y veloz Kennedy Rocha tomó el balón lejos del área, avanzó entre tres defensores, vio a Darryl Parker un poco adelantado, sacó un remate con los tres dedos y la clavó a los 23 minutos.

Cartaginés tuvo poca reacción después del gol y el fue como se suponía: Cartaginés buscando el empate y Jicaral, muy a lo Giacone, empotrado atrás.

Esa estrategia no solo no dejó pasar más al Cartaginés, sino que demostró que los blanquiazu­les no son aquella máquina destructor­a que aparentaro­n contra Saprissa si le saben tapar los espacios por las laterales y los esperan.

Los brumosos tuvieron la bola, pero eso era lo que quería Jicaral porque ya los tenían más que medidos, estudiados y atados.

Hernán Medford, fuera del banquillo por sanción, metió a Allen Guevara y a Byron Bonilla, para ver si alguno se salía del libreto a punta de velocidad y rompían el doble bloque defensivo.

El único que logró deshacerse de la marca fue Bonilla, quien quedó solo frente al marco dentro del área, pero remató de seguido y la mandó muy por encima.

Jicaral respondió con un desborde de Edder Solórzano, quien entró de cambio, que sirvió a Giovannie Clunie, quien remató desviado, al 77.

Para hacer más grande la torta, el Cusuco le pegó la dientona a Clunie en la parte posterior de la pierna, en una jugada sin mayor peligro y aunque no parecía intenciona­l, el árbitro Henry Bejarano le sacó la roja al 89.

En el cierre, Jicaral metió la mejenga en el congelador, como bien sabe hacerlo su técnico. Perdió tiempo a gusto, se llevaron la bola para la esquina, a gastar los minutos y así se terminó de firmar el tormentoso viaje del Cartaginés, que no sabemos si a esta hora habrá llegado a la Vieje Metrópoli.

Bien y mal. Pese a la derrota, los blanquiazu­les siguen siendo líderes del grupo B con 17 puntos y pese a la victoria, Jicaral sigue siendo último del mismo grupo con 7 punticos, pero ya tiene otra cara.

Eso sí, los dirigidos por el Pelícano tienen dos partidos más que Saprissa, por lo que si los morados ganan esas dos mejengas, les podrían arrebatar el primer lugar.

 ??  ??
 ?? CARTAGINÉS ?? Andy Reyes no pesó en el ataque brumoso.
CARTAGINÉS Andy Reyes no pesó en el ataque brumoso.
 ?? CARTAGINÉS ?? La mejenga estuvo trabada, o sea, como le gusta a Giacone.
CARTAGINÉS La mejenga estuvo trabada, o sea, como le gusta a Giacone.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica