Embarazada tomó metanol
La sombra del metanol no desapareció, por el contrario, vuelve a atacar.
El hospital San Juan de Dios alertó, ayer, sobre el peligro de intoxicaciones con este compuesto.
Ese centro médico atendió, desde el 30 de setiembre de este año, a cinco personas intoxicadas con este alcohol que no es para consumo humano.
Las autoridades del hospital confirmaron que los afectados son cuatro hombres y una mujer que estaba embarazada.
En el caso de los hombres todos están delicados, tres permanecen en cuidados intensivos y el cuarto está en una unidad covid-19 tras resultar positivo por el virus sarsCOV-2.
El doctor Miguel Ángel Villalobos, jefe del servicio de Emergencias del San Juan de Dios, explicó que el metanol es un alcohol tóxico para el organismo, porque el hígado no lo puede procesar y que produce fallas en muchos órganos.
“Se podría decir que es un veneno”, dice Villalobos.
Embarazada escapó. En el caso de la mujer embarazada, ingresó al hospital el miércoles anterior con 35 semanas de gestación, por lo que le hicieron una cesárea de urgencia por sufrimiento fetal.
El servicio de Trabajo Social activó el protocolo para protección del bebé, notificó de la situación al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y al Ministerio Público. El bebito fue trasladado al Hospital Nacional de Niños donde está estable.
“No se sabe la cantidad de metanol que consumió la mujer, sin embargo, por el volumen de distribución aumentado por el embarazo tuvo menos complicaciones”, dijo Joaquín Bustillos, jefe de Obstetricia del San Juan de Dios.
La doctora Viriam Mejías, directora de Enfermería, explicó que la mujer, de forma agresiva, exigió la salida. El personal le explicó que no era lo mejor para su condición, sin embargo el hospital no puede retener a un paciente contra su voluntad y no la pudieron obligar a quedarse.
Ante esta situación el personal de enfermería reportó el incidente al 911 y alertó al hospital Nacional de Niños.
Para eliminar el metanol del cuerpo los médicos utilizan máquinas de hemodiálisis.
Posterior a la cesárea la mujer estuvo en cuidados intensivos, se estabilizó y fue trasladada a un salón de ginecología del cual se fugó”. Joaquín Bustillos jefe de Obstetricia del San Juan de Dios.