La primera por la 30 de la Liga
Anticos del mediodía de ayer encontramos “reinaugurando” la barra del bar Super Cholo Gigante, en el mercado de las carnes, en San José, a Bernardo “Nano” Chaves, quien nos aseguró: “la primera birrita de la reapertura de bares me la estoy tomando por la treinta de la Liga”.
Nano, como le llama todo el mundo, tiene 79 años y es uno de los liguistas más conocidos del país. Uno de sus logros más importantes en el fútbol, ya que por mucho tiempo fue formador de talentos en ligas menores, es haber descubierto a Froylán Ledezma, quien jugó con la rojinegra y fue contratado por el Ajax de Holanda en 1997.
Cuando nos acercamos a la barra del bar --ubicado en calle 1, entre avenidas 6 y 8, al costado norte Mercado Central-- de inmediato reconocimos a Nano bien acomodado.
“Bueno, esta primera también es para que vuelvan a abrir los estadios a la gente”, aseguró, refiriéndose a que volvió a tomarse una fría en la barra de ese bar ayer ya que estuvo cerrado por el ministerio de Salud, así como todos los bares del país, desde el pasado 16 de marzo debido al covid-19.
Saboreando su birrita Nano siente como un temor grande con este campeonato Apertura 2020. “La Liga está volando, estamos de líderes y vamos rumbo al título, usted sabe lo fatal que sería ser campeones sin gente en los estadios… ¡uyy, Dios mío, ni quiero pensar en eso, sería un martirio!”, comentó.
De siempre. Entre sorbo y sorbo nos recordó por qué estaba en esa barra justo el día de la reapertura de los bares siempre y cuando cumplieran con el protocolo sanitario aprobado.
“Vuelva a ver para todo lado, yo estuve presente cuando se inauguró este bar en 1972, hablamos de que eso fue hace 48 años. Es un bar histórico al cual le tengo mucho cariño por tantas veces que he venido, son muchos años de compartir, por eso me vine a echar la primera apenas reabrieron”, dijo.
¿Entonces? ¿Ve a la Liga campeona? “Claro. Estamos jugando muy bien, Carevic está haciendo un buen trabajo. No tengo duda de que esta vez sí alzamos la treinta”, aseguró Nano, quien alzó su vaso y con un refrescante “¡salud!” dejó, “oficialmente” firmado su pronóstico.