“Mi herida está abierta”
Yesenia Pineda sigue viviendo en el mismo lugar para que su hija no se pierda cuando regrese
Han pasado 18 años desde que doña Yesenia Pineda vio por última vez a su hija, Jéssica Valverde Pineda, de cinco años en ese momento. Sin embargo, esta madre asegura que siente en su corazón que su hija vive y en el momento menos esperado volverá.
Para doña
Y esenia los últimos meses han sido muy duros, pues nos contó que se ha mantenido pendiente del caso de
Allison Bonilla Vásquez, de
18 años, y que a la distancia ha abrazado a la madre de “Alli” pues ella también ha experimentado el dolor de no saber qué pasó con su chiquita.
“Mi herida está abierta, la he llorado como si fuera mía”, dijo la mamá.
El caso de Jéssica se remonta a febrero del 2002 y doña Yesenia recuerda lo ocurrido como si hubiese sido ayer.
“Nosotros vivimos en Las Palmas, en Los Guido de Desamparados y me fui a la escuela a traer a Jéssica que estaba en materno. Nosotros estábamos pasando una situación económica muy dura y en el camino Jéssica me pidió que le comprara un helado, le dije que no podía, que íbamos a ir a la casa y que ya veríamos cómo hacer para comprárselo y nos fuimos”, narró.
La señora asegura que fue como un giro del destino, pues Jessi se encontró algunas monedas cuando iban subiendo las gradas para llegar a la casa.
“Fue algo tan inesperado, yo me puse a rociar unas plantas y le dije a mi hijo que la acompañara a comprar unos bolis, en eso me fui para el jardín y vi a mi hijo jugando en el play y le pregunté si ha
bía ido con ella y me dijo que no. Dejé todo botado y me fui corriendo a la pulpería que estaba a cien metros de la casa. La señora de la pulpería me dijo que Jéssica no entró porque ella al mediodía cerraba y me dijo que vieron que se quedó jugando con una canoa que tenía agua”, recordó.
Búsqueda. La mamá asegura que en ese momento casi enloqueció y empezó a buscar a su hija por todas partes con ayuda de algunos familiares y vecinos.
“En aquel entonces avisé a la Policía y al OIJ, pero me dijeron que tenía que esperar 48 horas y yo no me esperé porque anduve por todas partes. Cuando ellos llegaron a buscar se dieron cuenta de la gravedad de la situación y anduvieron buscando por cafetales, lotes y ríos. Buscaron por mucho tiempo y nosotros también, pero nunca dimos con ninguna pista”, dijo la mamá.
Incluso doña Yesenia asegura que el OIJ archivó el caso de su hija y ella logró que se volviera a abrir, sin embargo, por la cantidad de años que pasaron sin noticias el caso se volvió a cerrar.
“Nosotros no dejamos de buscarla y yo sigo viviendo en la misma casa porque pienso que si un día ella vuelve me va a encontrar aquí. Incluso me habían desalojado hace tres años debido a un terraplén que cayó, pero yo volví a meterme, para mí es importante estar en esa casa”, dijo llena de fe.
Jéssica tenía tres hermanos mayores y después de su desaparición nacieron tres más. De hecho, su mamá estaba embarazada cuando ella se perdió.
“En mis sueños Dios siempre me sigue presentando a mi hija viva, por eso yo siento que ella está en algún lugar y tengo la fe de que en algún momento nos vamos a volver
a encontrar”, dijo.
Investigación. Por la desaparición de la niña muchas personas fueron investigadas hasta miembros de la familia, pero nunca hubo sospechosos.
“Muchas veces nos llamaron para pedirnos plata, pero los teléfonos estaban intervenidos. En una ocasión el OIJ nos iba a ayudar con el dinero del rescate, pero cuando se pidió una prueba de que ella estaba viva nunca lo hicieron.
Entre las cositas que conserva está el bolsito del kínder que ella llevó ese día a clases, y un peluche que le había pedido que le comprara y que pudo adquirir hasta después de la desaparición.
“Nosotros siempre oramos por ella y la tenemos presente, ella era muy apegada y chineada conmigo, después de eso yo he tenido depresión y tuve que estar internada. Ahora tomo medicamentos y siempre me preguntó, ¿por qué me pasó a mí?”, dijo.
A doña Yesenia, a pesar de los años, mucha gente le sigue preguntando por su niña, quien ahorita tiene 24 años.
Ella también nos contó que mantuvo durante mucho tiempo amistad con los papás de otros niños desaparecidos en esa época como “Panchito”, pero con el pasar de los años perdió el contacto. Asegura que en ese momento se hicieron mucha compañía.