“ME SIENTO COMO UN CONEJO”
Un sustazo que se llevó el locutor Bryan Chacón al inicio de la pandemia provocó que hiciera un alto en el camino y se diera cuenta de que si seguía con su estilo de vida se le volverían a parar los pelos en el próximo chequeo médico.
El famoso “Guapileño”, de la emisora La Caliente, está en medio de un proceso de cambio físico y emocional, el cual ha provocado notables resultados en su apariencia.
En un momento el Guapi, de 32 años, llegó a pesar más de 100 kilos, pero la última vez que se pesó se sintió satisfecho, ya que la báscula le marcó 82 kilos, algo que nunca imaginó, pues no estaba acostumbrado a hacer ejercicio y menos a comer saludable.
El Guapileño se metió a un reto que vio en Facebook llamado Survival Training y en el que lo han puesto en línea, le han enseñado a alimentarse como Dios manda y a ser disciplinado con la comida y con el ejercicio.
–¿Qué fue lo que lo llevó a querer bajar de peso?
Un día llegó la gente del INS a hacernos un chequeo para ver si pasábamos ‘Riteve’ y salí en 97 kilos con 33 de grasa corporal. A partir de ese momento me alarmé mucho, ya había estado en 103 kilos, que fue lo máximo que he llegado a pesar, pero cuando llegó la pandemia se dijo que personas como yo somos las que más riesgo tenemos.
En mi familia hay antecedentes de diabetes, infartados, problemas de circulación y colesterol y yo preferí cambiar eso ahora que puedo y que no tengo un problema más grave por el momento.
–¿Por qué había subido tanto de peso?
Cuando yo tuve el accidente en moto (2018), estuve ocho meses sin tener movimiento por la operación de la rodilla y aumenté como 20 kilos. Tampoco me estaba cuidando con las comidas, recuerdo que para eso estaba el Mundial de Rusia y solo pasaba picando, abriendo la refri y viendo partidos.
–¿Cómo ha ido bajando peso?
Al principio salía a caminar a La Sabana siete kilómetros, ahí fui bajando poco a poco, pero necesitaba cambiar el asunto de las comidas, entonces vi ese reto en Facebook y decidí meterme. Ha sido dificilísimo para mí porque por ahora no puedo comer carbohidratos, arroz, frijoles, nada con azúcar, sal, me siento como un conejo comiendo espinacas, brócoli, tomate. El pollo, el pescado o la carne de res que cocino tiene que ser a la plancha, sin nada de olores artificiales. También tengo que tomar mucha agua.
–¿Siente que sí ha dado resultado?
Llevo un mes y he bajado 14 kilos en ese proceso. Por dicha el instructor me ha ayudado mucho, me da una guía nutricional por semana y ejercicios por día y lo he seguido al pie de la letra. Antes no podía ni trotar y ahora hago cuatro kilómetros y camino otros dos.
–El cambio b es muy grande, ¿cómo ¿có se ha sentido?
No le miento que ha sido como u una tortura, más ahí en el t trabajo que a veces veo a l los compañeros que pasan co con bolsas de comidas rápidas y es tentador, pero cuando u uno está convencido de lo que quiere, creo que se puede logra lograr. Los primeros tres días me sentí se muy bajoneado porque me m hacía falta el azúcar, pero me recomendaron comer una u cucharada de miel de ab abeja cuando me sin
tiera así. a
–¿Qué lo motiva?
Me voy pesando cada semana y me pongo metas, ahora para mí lo importante es bajar tallas. Ya me veo diferente, veo fotos de antes y de ahora y noto muchas diferencias. Estoy usando ropa que había dejado de usar hace dos años, que estaba casi nueva. Ahora tengo menos cachetes, papada y panza y puedo realizar actividades físicas en las que antes me ahogaba.
–¿La gente ya lo nota?
Los compañeros de trabajo me dicen que me veo más joven y diferente, también la gente que lo sigue a uno en Facebook me pregunta que qué estoy haciendo y ya les doy mi consejo. No es que yo quiera jugar de fitness, sino que hablo sobre la parte de la salud, de sentirse diferente y tener otro estilo de vida.
–¿Lo piropearon?
Sí, cuando subo fotos pero no lo hago con ese fin, lo hago con el objetivo de ayudar a la gente a cambiar y también al muchacho que me entrena porque también se quedó sin trabajo con esto de la pandemia y ahora vino con este proyecto que tiene muy buenos resultados y precios.
–¿Ha pecado en este mes?
Sí, los sábados puedo pecar con una comida, me gustan mucho los burritos y los tacos y el resto de los días sigo la rutina de alimentación.
–¿Qué mensaje le manda a la gente que le cuesta dar ese paso?
Sí, es muy difícil, pero siempre que se tengan las ganas y se haya tomado la decisión de cambiar y lograr un objetivo, se puede. Uno puede hacer ejercicio en la casa, por lo menos media hora, ya que hay muchas cosas que se pueden hacer y también intentar comer más saludable.