Palomar narco
Dennis Iván Cabrera Espinoza, alias “Manzanita”, es un conocido del OIJ y en la actualidad es señalado como un poderoso narco que tenía un carro blindado, entre otro montón de chuzos, y un chozón de cinco pisos en la León XIII.
Además presuntamente contaba con toda una organización dedicada al tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidios; sin embargo, su poder terminó este martes 13 (fecha de mala suerte) al ser detenido junto con su clan.
Antes de que Manzanita fuera vinculado con el narco era señalado como un asaltante, su apodo comenzó a sonar desde el 2006, cuando lo relacionaban con robos, explicó Wálter Espinoza, director del OIJ.
“Es una persona de treinta y tres años que hizo sus primeros pasos en asaltos a peatones, a contenedores; también tuvo pasadas a la Fiscalía por uso ilegal de armas y en los últimos años inició actividades en las drogas”, afirmó Espinoza.
Su poder fue creciendo, así como su estilo de vida y cambió completamente la humilde casa en la que vivía y la convirtió en una mansión en la ciudadela León XIII, en Tibás.
Blindaje no para cual
quiera. Así como gastaba en lujos para su chozón, Manzanita también invertía dinero en su protección, por eso es que uno de sus carros estaba blindado.
Este hecho también deja ver el poder económico de Manzanita, pues no cualquiera puede darse ese lujo.
Sibiardo Cardona, propietario de Blindajes Cardona, explicó que blindar un carro tipo 4x4 cuesta varios millones de colones.
“En Costa Rica lo de los blindajes es muy nuevo, pero un carro de ese tipo puede estar costando unos $32 mil (más de ¢19 millones) más impuestos. Esto es conocido como nivel tres, sirve para detención de armas cortas como pistolas, revólveres, munición nueve milímetros o de calibre 40, 45”, explicó Cardona.
El experto dice que el costo de los blindajes depende del nivel; el que usaba Manzanita (el tres) es el más usado en Costa Rica, pero por ejemplo en México se usa hasta nivel siete.
“En el nivel tres van blindados los vidrios, las puertas con un blindaje opaco que llamamos nosotros, que se puede blindar en acero o un material que importamos que se llama tauron.
“En el caso de la vidriera, se usan vidrios comprimidos y el espesor va a depender de la clase de munición que se quiera detener”, detalló Cardona.
Con vista a Chepe. Manzanita estrenó el chozón apenas hace nueve meses y destacaba entre las humildes casas vecinas.
Tenía una azotea con vista a todo San José, un gimnasio, dos jacuzzis, amplias habitaciones y pisos que brillaban por lo nuevos.
Además, la puerta del cuarto de Manzanita era de metal y tenía grabada una corona, la figura del signo zodiacal de sagitario y las iniciales ‘DC’, de su nombre.
Las autoridades presumen que la casa ni siquiera se había estrenado toda porque incluso le faltaban partes por amueblar y las paredes estaban impecables.
En apariencia solo había utilizado el cuarto de la primera planta, la cocina y una sala de entretenimiento que está en la entrada.
Construcción sin per
misos. La Municipalidad de Tibás le afirmó a La Teja que la construcción de este chozón no contó con los permisos municipales.
“La casa se encuentra ubicada en dos terrenos, los cuales se encuentran al día en el pago de los tributos municipales. Esa propiedad, según hemos logrado identificar, desde el año 2012 se remodeló gran parte”, informó José Luis Cojal, de la oficina de prensa de la muni; no obstante, el OIJ afirma que la casa tiene nueve meses de construida.
Agregaron que la casa no será demolida.
“Con respecto a las demás consultas, al estar en investigación por parte del OIJ, no podemos brindar más información. Sin embargo, ya la alcaldía se estará apersonando ante la Fiscalía para colaborar con todo lo que requieran”, concluyó Cojal.
Infundía respeto. La banda de Manzanita era integrada por delincuentes con edades similares a la él.
“Había vinculación vecinal, de camaradería, de amistad, este sujeto (Manzanita) es oriundo, creció y se desarrolló en León XIII y esto le permitió tener vínculos con las personas que integraban su banda”, explicó Walter Espinoza.
Además, el grupo tenía otras particularidades como la organización interna, que era muy estricta.
“Tenían reglas de conducta que imponían a los miembros, debían cumplir con requisitos como mantenerse al margen de conflictos de orden legal, evitar generar situaciones que llamaran la presencia de la policía en la zona y tener un comportamiento adecuado.
“Tenían jerarquías establecidas, funciones señaladas, pero siempre había una dirigencia por Manzanita”, dijo el líder judicial.
Esta banda no solo vendía en narcomenudeo, también era proveedora de otras organizaciones.
“Se constituyó no solo como un grupo con poder criminal y financiero al punto que los miembros de la organización vivían en casas de buen nivel. La mayoría manejaba vehículos de lujo, incluso decomisamos uno blindado”, detalló Espinoza.
Los miembros no usan marcas baratas ya que muchos de los carros eran verdaderos chuzos y todos los que los andaban, iban armados.
Manzanita por poco pierde la vida cuando unos rivales le dispararon en el 2019 en Hatillo porque, al parecer, intentó adueñarse de esa zona para vender drogas.
A su banda la relacionan con varios asesinatos, entre estos el de un adolescente que murió el 17 de noviembre del 2018 dentro de su casa en León XIII.
Decomisos millonarios. La captura de Manzanita estuvo a cargo de los agentes de Estupefacientes del OIJ y el operativo lo llamaron “Patrón”.
Las autoridades realizaron 14 allanamientos, de los cuales 11 fueron en León XIII de Tibás, además en San Isidro de Heredia, Santa Ana y Turrúcares.
Las autoridades decomisaron 21 millones, $15 mil (cerca de 10 millones), 11 armas de fuego, droga que distribuían, lujosos muebles y artículos de dudosa procedencia.
Los agentes judiciales detuvieron a 12 personas de 14 que buscaban. Entre los detenidos está Manzanita. También cayó una mujer de apellidos Quirós
Umaña y sus dos hijos, apellidados Mayorga Quirós.
También agarraron a dos hermanos de apellidos Calderón Cartín; una mujer de apellidos Aguilar Hernández, así como otros seis de apellidos Murillo Rodríguez, Rosales Obregón, Vargas Cartín, Camacho Meléndez, Flores Blandón y Rosales.
“Quedan dos personas pendientes de capturar y de ellas se encargará el OIJ. En semanas anteriores ya habíamos hecho otras catorce detenciones, lo que suma un total de veintiséis integrantes de esta estructura criminal que ya fueron pasados al Ministerio Público”, concluyó Espinoza.