EL CIELO TIENE UN GRAN POLICÍA
Kalett Cuadra Ávila soñó con convertirse en uno los mejores oficiales de la Policía Municipal de San José, pero el covid-19 lamentablemente apagó su ilusión este miércoles.
Kalett estaba dentro de la población vulnerable, ya que había luchado por muchos años contra un craneofaringioma, un tumor que se encuentra en el cerebro, que generalmente crece y presiona distintas partes de este órgano, como los nervios ópticos, el hipotálamo y la glándula pituitaria.
El pequeño, quien nació el 25 de febrero del 2011, fue operado tres veces, además, la enfermedad le afectó la visión y le provocó gordura mórbida, entre otros problemas de salud.
“Siempre fue un valiente, un luchador, nunca se quejaba, prefería estar alegre y positivo. Amaba servirle a los demás y le encantaba el arte, no podía estar sin sus lápices de color y sus pinturas, porque la inspiración para dibujar la tenía en todo momento, además, era un amante de la naturaleza y así lo demostraba en sus dibujos”, nos contó doña Rommy Ávila Gómez , la luchadora mamá.
Kalett estaba en segundo grado en la escuela mixta de barrio Corazón de Jesús en Aserrí, aunque desde que comenzó la pandemia recibía clases en su casa.
Anhelo. A este pequeño valiente lo acompañamos el 23 febrero cuando el Museo de los Niños, la Municipalidad de San José, el Club de Leones de Coronado y las cafeterías El Tostador le celebraron su cumpleaños.
Ese día nos contó que uno de sus grandes anhelos era servir en la Policía Municipal, tanto así, que en muchas ocasiones vistió con orgullo el uniforme y estuvo al servicio de otros niños en temas de seguridad y vigilancia.
“Mi hijo cumplió el gran sueño de su vida, el de ser Policía Municipal, era lo que más lo hacía feliz, le agradezco demasiado a mi familia municipal por querérmelo tanto y permitirle hasta vestir ese uniforme, porque cuando él se lo ponía su rostro se iluminaba diferente. Fue muy feliz como servidor municipal”, nos contó doña Rommy.
No había que pasar mucho tiempo con Kalett para darse cuenta que ayudar a los demás era lo que le gustaba. Le preguntamos por qué le decían el niño policía y su respuesta fue de corazón.
“Me gusta porque puedo salvar a las personas, puedo ayudar a todos. Me encantaría ser Policía Municipal de San José. Cuando me pongo el uniforme que tengo me siento como un policía de verdad y estoy seguro que algún día voy a trabajar con mis amigos municipales. Dios los bendiga”, respondió.
“Perdimos un policía”. Hablamos con Marcelo Solano, director de la Policía Municipal de San José, quien se mostró muy afectado por la noticia y comentó del dolor que sienten todos en la municipalidad.
“Kalett tenía encomendada una gran misión. Debía llevar un mensaje de amor y esperanza a quienes le conocían. Cuando ingresó a nuestra Patrulla Infantil sabíamos que siempre daría lo mejor.
“¡Cumplió! Dejó su esperanza y su optimismo para fortalecernos todos los días y se llevó el cariño de quienes conocimos sus sueños y su lucha de vida. Perdimos un soñador. Perdimos a un policía”, reconoció entre lágrimas don Marcelo.
Por su parte, la doctora Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños, envió un mensaje de solidaridad para la familia, aunque no dio su nombre por el derecho a la privacidad de los pacientes.
“Era un niño muy especial para el hospital, enviamos un abrazo fuerte y solidario a su familia. Su recuerdo vivirá siempre en nuestros corazones”.