Novio inventó historia
Daniela Barrantes Sancho tiene 27 años y lleva tres años en una cama debido a las consecuencias de un balazo en la cabeza que le habría dado el exnovio, sospechoso principal del ataque y quien no fue detenido.
La joven quedó paralítica y hoy desea ver que se haga justicia en su caso.
El ataque ocurrió el jueves 21 de setiembre del 2017 en el apartamento del hoy sospechoso, en Coronado, y durante una fiesta en la que, en apariencia, había otras personas.
La bala le explotó a Daniela dentro de la cabeza, donde tiene un montón de esquirlas que la paralizaron.
Daniela estuvo en condición crítica en el hospital Calderón Guardia, incluso pasó seis meses en coma, pero logró superar esa condición.
El día del ataque, el exnovio les afirmó a las autoridades que la propia muchacha se había disparado (una médico forense dijo que eso habría sido probable); sin embargo, cuando ella reaccionó la entrevistaron y detalló cómo había ocurrido todo.
Sin demanda. Incapaz de pagar un abogado, la familia de la joven no demandó.
Daniela está consciente, puede hablar aunque de manera lenta y mueve la mano derecha. El resto del cuerpo no le responde.
Durante estos tres años el principal sostén para la muchacha han sido su mamá, sus hermanos y otros familiares. Hace poco, unos vecinos de la urbanización Villa Cecilia, en San Antonio de Coronado, se unieron para buscar otras ayudas en vista de los gastos que demanda la atención de Daniela.
“Ella siempre ha dicho que quiere justicia, no sé qué va a pasar porque pagar un abogado no es posible para la familia”, explicó Mileidy Sancho, la mamá de Daniela.
Guiselle Suárez, vecina de la familia, mencionó que lo único que ella quisiera es que la joven
no quede en el olvido, que personas de buen corazón apoyen a la familia con la compra de pañales, el pago de psicólogos, abogados y otros profesionales que les ayuden a enfrentar el proceso para que el caso no quede sin castigo.
“El Estado le tenía un seguro, pero por las injusticias de la vida se lo quitaron. Dejó de recibir las terapias que necesita, cuenta con una mamá que ha estado con su hija día y noche”, agregó Suárez.
Por medio de la familia, Daniela pidió la pensión por invalidez y se la negaron; un documento de la Caja Costarricense de Seguro Social detalla que no se la dieron por falta de cuotas.
La mamá de Daniela describió a su hija como una joven muy fuerte que soñaba convertirse en enfermera. Cuando ocurrió el ataque estaba en la universidad.
“Los doctores no se explican cómo quedó viva ni cómo está consciente, ella ve, escucha y habla”, detalló la mamá.
Agregó que Daniela trabajaba para la empresa Amazon ya que domina el inglés.
Con el tiempo, su salud se ha ido deteriorando. La falta de terapias ha tenido consencuencias.
“Las terapias no las volvió a recibir, tratamos de pagar, pero son caras para nosotros y además es un proceso muy largo”, explica la madre.
Manos amigas. La joven tenía una cama ortopédica viejita, pero por dicha este lunes un señor de buen corazón les regaló una moderna.
Les gustaría recibir para Daniela una silla de ruedas eléctrica para que ella pueda moverse y recorrer la casa. Piensan que eso le ayudaría en la parte emocional.
En casa de Daniela esperan que alguna institución, asociación o fundación se comunique con ellos y les brinde ayuda en alguno de los campos en los cuales necesitan.
Su interés es que la muchacha pueda tener una vida más plena. A veces pasa por depresiones. Dice que a quienes consideraba sus amigos la dejaron de visitar y en redes sociales ve cómo llevan una vida normal. Eso le afecta.
Los doctores no se explican cómo quedó viva ni cómo está consciente”. Mileidy Sancho Mamá