LARGA ESPERA POR “OLDE”
Don Juan Luis Castro no puede contener las lágrimas cuando recuerda a su hijo Oldemar Castro Conejo, desaparecido desde hace siete años.
La pista de “Olde”, como le dicen de cariño, se pierde el 17 de abril del 2013, día en que salió de San Vito de Coto Brus rumbo a Quepos.
“Todavía no entiendo qué fue lo que pasó con mi hijo porque él es un buen muchacho, de buen corazón. Vivo con mucha tristeza e incertidumbre día a día”, dice el papá.
La familia de Oldemar lo ha buscado por todas partes pero nada le ha permitido saber qué ocurrió. Por medio de las redes sociales sigue pidiendo información que permita resolver el misterio.
“Mi hijo tenía poco tiempo de haberse juntado con una muchacha y estaba muy contento. El día que se perdió iba para la playa, le dijo al hermano que se fueran juntos, pero mi otro hijo no lo acompañó entonces decidió irse siempre solito”, recordó el padre.
Lo último que supieron de Oldemar fue que le mandó un mensaje al hermano en que le decía que lo habían secuestrado y que tenía poca batería en el celular.
“Decía que se lo habían llevado a un lugar cerca de donde unos perros mataron a un gringo, pero su celular decía en un rastreo que hicieron que estaba en el centro de Quepos. También dijo que estaba subido en un árbol, pero que lo iban a encontrar, fue una situación muy dramática,”, dijo don Juan sin parar de llorar.
Buen muchacho. El señor asegura que su hijo no andaba en malos pasos y que ellos dos siempre pasaban juntos.
“Mi hijo vivió siete meses conmigo antes de estar con la novia, él era mi compañía, siempre se preocupaba por mí y por acompañarme. Esto es demasiado duro porque yo paso esperándolo, en aquel momento yo lo único que pensé era que seguro lo habían secuestrado porque pensaron que éramos de plata.
“Yo me había comprado un carro nuevo, pero lo que seguro no sabían es que yo todavía lo estaba pagando, es que no había razones (para que lo secuestraran), doy fe de que era un muchacho bien bueno”, dijo.
A pesar del tiempo que ha pasado la familia alimenta la fe.
“Nosotros seguimos esperándolo, ruego que quien sepa qué pasó con mi hijo nos busque. Tenemos la esperanza de que aparezca un ángel y nos diga qué le hicieron a mi hijo y quién fue, cualquier información que nos den va ser muy útil”.
Don Juan Luis explica que lo afecta cuando se da cuenta de que alguna persona está desaparecida.
“Sé que muchas familias están viviendo este mismo dolor que nosotros, es una situación en la que la vida cambia y la frustración se apodera de uno. Yo necesito encontrar a mi hijo”, comentó.
Cuando Oldemar desapareció tenía 22 años.
Todos sufren. “Mis hijos y la familia sufren mucho por esto tan terrible. En todos estos años no hemos encontrado ninguna pista, solo se rastreó la ubicación de su celular, pero en ese sitio (de Quepos) no encontramos nada, tampoco cerquita.
“La investigación no llegó a nada y no volvieron a hacer nada, sí puedo decir que hubo una persona sospechosa, pero eso tampoco llegó a nada, solo nos dijeron que si en algún momento se daba algo nos avisaban y aquí nos mantenemos esperando. Para mí fue una mala investigación, hasta en eso tuvimos mala suerte, pero no perdemos la fe”, aclaró.
La Teja consultó sobre este caso a la oficina de prensa del OIJ.
“El caso continúa abierto por si en determinado momento surgiese nueva información que pueda dar con el paradero de la persona. Además se está a la espera de que los familiares del desaparecido se presenten al Complejo de Ciencias Forenses para que se les tome una muestra de sangre y así extraer el ADN, ingresarlo a la base de datos y que se pueda comparar con alguna persona que se encuentre como no identificada en la morgue judicial”, detalló el OIJ.
Si usted sabe algo sobre este caso puede ponerse en contacto con el OIJ al 8008000645. Toda llamada es confidencial.
Dijo que estaba subido en un árbol, pero que lo iban a encontrar”.
Juan Luis Castro Papá