Pandemia atrasa justicia
FUTURO DOCTOR SOBREVIVIÓ Y MUCHACHA FALLECIÓ EN ATROPELLO
La justicia para la universitaria Saray Ríos Ortega, de 25 años, está congelada en el tiempo y seguirá así por un año más, hasta 15 de noviembre del 2021. Hace cuatro años sucedió el accidente de tránsito que le costó la vida a la joven, la noche del 26 de octubre del 2016.
Esa fecha fue atropellada mientras estaba con su amigo Arturo Mancia; él sobrevivió, pero quedó con algunas secuelas. La tragedia apareció cuando un chofer aceleró y golpeó a un carro al cual lanzó violentamente contra los dos jóvenes, que eran mejores amigos y tenían un montón de sueños profesionales en común.
El juicio por la muerte de Saray estaba programado para julio de este 2020, sin embargo, los efectos de la pandemia obligaron a reprogramarlo. Así lo informó el Tribunal Penal de Goicoechea el 22 de octubre a los abogados de los ofendidos y de los involucrados en el mortal atropello; estos últimos son el chofer del carro que aceleró y la dueña registral del vehículo.
El acusado por este caso es un colombiano de apellidos Cortés Tamayo, a quien se responsabiliza de los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas.
El dolor sigue. El trágico accidente ocurrió frente al edificio de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR), en San Pedro de Montes de Oca.
Saray estaba en la acera junto a Arturo. Esperaban para cruzar por el paso peatonal cuando fueron atropellados.
Mancia sufrió heridas graves, quemaduras de tercer grado y tuvo una fractura de pelvis. El pronóstico médico era que no volvería a caminar, pero él se aferró a recuperar su vida y con esfuerzo logró andar de nuevo. Tuvo que usar bastón durante un tiempo, pero ya camina bien.
“Ha sido frustrante por los cuatro años que han pasado, no hemos podido cerrar este ciclo de un accidente que fue bastante traumático... la pérdida de mi mejor amiga. Esperaba este año darle fin a ese momento que incluso está impregnado en mi piel por las cicatrices de las quemaduras”, cuenta Arturo.
“Sé que para la familia de Saray es desgastante que se alargue aún más este proceso”, añadió.
Alfonso Ruiz, de BRD Abogados, representante legal de Mancia y de la familia de Saray, explicó que la investigación del accidente ha demandado mucho tiempo por varias razones.
Detalló que primero fue necesario examinar muy bien las secuelas que enfrentó Arturo y que eso era posible solo luego de que le dieran el alta médica; además se ha debido hacer las notificaciones a los involucrados (conductor y dueña del carro) y luego llegó la pandemia, que obligó a atrasar muchos juicios.
Ya no más. Ruiz espera que no haya ningún otro atraso futuro que siga atravesándose en el objetivo de conseguir que se haga justicia.
“Se tardó mucho tiempo en localizar a la dueña registral del vehículo, así como al imputado (conductor), él cambió de domicilio durante un tiempo.
“Este ha sido un proceso complejo que además requirió la valoración por al menos dos años de las condiciones de Arturo para determinar alguna incapacidad luego del atropello y estas (las revisiones) son seis meses después de haber sido dado de alta y a él se la dieron un año y medio después del accidente”, explicó Ruiz.
Arturo ha ido recuperando su vida poco a poco. Cursó la carrera de Enfermería, solo le falta presentar la tesis para graduarse. Además estudia para ser doctor y va por la mitad de esta carrera en la UCR.
Siempre tiene presente a su amiga Saray, quien estaba por graduarse como licenciada en Dirección de Empresas en la UCR.