Torres fuera dos partidos claves
Saprissa no cayó en Guápiles, pero recibió un golpe durísimo, perdió para los dos últimos partidos a su cerebro, Mariano Torres.
El argentino vio la roja directa porque perdió la cabeza, por variar. Michael Barquero le venía jalando la chema, lo que enfureció al che, quien le metió un patadón a un santista y de una lo pintaron de rojo.
Ahora Wálter Centeno deberán enfrenta al Herediano, el domingo en el Nacional a las 11 a.m. y a Grecia el sábado 28 de noviembre a las 3 p.m. sin uno de sus hombres más importantes. Mejengas en que si los morados tropiezan pueden quedar fuera de la fiesta grande.
En la acera del frente, Santos consiguió lo suyo, el puntico lo sacó de la bronca de quedar de último en el grupo A, dejándole de manera definitiva el chicharrón a Grecia, que deberá jugar el repechaje con el último del grupo B para definir al colero del Apertura 2020.
Goles quedaron en la Cueva. La tranquilidad y efectividad del Saprissa se quedó en la Cueva, donde pegaron tres goleadas seguidas, pero apenas salió de su casa se debió conformar con un empate a cero.
Para el Monstruo el duelo en Guápiles era una oportunidad de oro para cazar al Cartaginés en el primer lugar, la mejenga que le podía acomodar todo para al final de la fase regular acabar en la cima del grupo B.
La victoria ante Santos lo encumbraba con 26 unidades, las mismas que los brumosos y con un partido menos, pero no hubo caso y en lugar de pensar en ser líder, una victoria de Limón hoy ante Herediano (está difícil que suceda) lo puede sacar de zona de clasificación.
Ante ese panorama, Paté y sus muchachos tenían prohibido equivocarse, ¿será que los rezos de todos los brumosos encabezados por Hernán Medford funcionaron?
El campeón salió con la actitud necesaria ante las circunstancias presentadas, pegó seis tiros a marco en el primer tiempo, pisó mucho el área rival, pero no pudo transformar nada de eso en goles durante la etapa inicial.
Un tiro de esquina de Mariano Torres que suele ser dinamita pura para los defensas y porteros con el peligro de meterse al marco, fue el primer gran susto a los 10 minutos.
El argentino pegó un centro cerrado al primer palo que peinó Luis José Hernández y el arquero local Daniel Cambronero sacó de manera agónica casi en la línea de meta.
Cuatro minutos después fue Michael Barrantes el que ensayó a marco otra chance que repelió el arquero y al 22 fue Jimmy Marín que intentó un remate por la derecha.
Hasta ese momento, la mejenga era morada enteramente, el Santos estaba parado muy atrás sin que Aarón Cruz apareciera hasta la media hora que le movieron las cosas.
Apareció Santos. Starling Matarrita surgió por el lado derecho del área morada, la puso al centro adonde apareció Kenny Cunningham con un tiro que salió desviado.
En la jugada siguiente el gemelo le ganó una salida a Cruz que salió un poco confiado, puso la bola al centro y cuando le quedó a Starling, el morado Jordy Evans logró meterse para evitar el paso de la pecosa al marco.
Esas dos acciones por lo menos permitieron ver que los locales estaban vivos.
A pesar de que los tibaseños no se veían mal, el gol no caía. Esto se notaba en los gritos de Wálter Centeno.
Se apagó. Y es que en el segundo tiempo la claridad de los morados se perdió un poco, aquello de que manejaba el partido se fue diluyendo y extrañaban en paleta al menos uno de los 13 golcitos que habían anotado en los últimos tres duelos.
Obviamente no todos los días se come carne, no siempre se meten cuatro o cinco goles, pero conforme pasaban los minutos, la desesperación crecía.
Paté gritaba que se la pasaran a Mariano para manejar la pecosa, armarla y poner a sus compañeros de cara a marco, a quienes en el complemento les costaba mucho acercarse al arco de Cambronero.
Centeno apeló a todas las opciones que tenía en banca, Frank Zamora y Jonathan Martínez y hasta al chamaco como Jostin Tellería, buscaba cualquier cosa, pero no lo logró.