Más impuestos y poca tijera
La mesa de diálogo entre Gobierno, sectores empresariales y sindicatos para sacar adelante al país de la crisis provocada por la pandemia y el arrastre de malas decisiones económicas, ya lleva diez sesiones y ayer dieron a conocer algunas propuestas que han agarrado forma, en las que abundan los impuestos y se ve poca tijera a los gastos.
A continuación le explicamos algunos de los temas que se han tocado en la mesa de diálogo.
Salario escolar no, lotería sí.
La mesa de diálogo entre Gobierno y sectores rechazó eliminar la exoneración del impuesto de renta que actualmente disfrutan los empleados públicos en el salario escolar.
El salario escolar es el catorceavo sueldo que pagan las instituciones públicas cada año. No es un ahorro, sino que es parte del salario, según determinó la Sala IV en un fallo reciente.
La exoneración la reciben todos los salarios indistintamente del monto, incluso los que superan los ¢4 millones.
El planteamiento de eliminar este beneficio fue rechazado la mañana de este miércoles en el diálogo.
En el foro se lanzó a discusión la propuesta de “eliminar exoneraciones tales como renta al salario escolar, premios de lotería, a la Sutel (Superintendencia de Telecomunicaciones) y otras específicas”.
Los sindicatos del sector público manifestaron su oposición sobre gravar el salario escolar.
Entonces, finalmente, el acuerdo tomado fue “solicitar al Poder Ejecutivo la elaboración de un proyecto que elimine la exoneración de los premios de lotería superiores a ¢250.000 (medio salario base)”.
De momento, no se ha especificado de cuánto sería el leñazo que le metería dicho impuesto a los premios, aunque el presidente Alvarado había hablado
de un porcentaje del 25%.
Garrotazo a la canasta.
El Gobierno les propuso a los sectores dos opciones para aumentar los ingresos públicos, mediante aumentos en el IVA a la canasta básica, la educación y la salud privadas, así como los seguros.
La primera propuesta solo tocaría la canasta básica tributaria.
Consiste en aumentar de un 1% a un 7% el IVA sobre la canasta y devolver a los cuatro estratos de menos recursos de la población un monto equivalente al 8% del impuesto que paguen por sus compras en este tipo de productos.
Los cuatro estratos de menos recursos son los hogares con ingresos mensuales promedio entre ¢140.700 y ¢512.000 (o sea los más golpeados con la pandemia), según expuso el presidente Carlos Alvarado.
Se trata de unos 640.000 hogares, a los que se les devolvería unos ¢11.000 mensuales, expuso el Poder Ejecutivo.
Los restantes seis estratos de la población son los que reciben entre ¢653.700 y ¢3,4 millones en promedio. Estos sí tendrían que pagar el 7% de impuesto al valor agregado (IVA) sobre los productos de la canasta básica sin recibir devolución.
Sobre el mecanismo de devolución, Alvarado sostuvo que el bono Proteger demostró que sí es posible bancarizar a las personas y que hoy el sector social hace más de medio millón de transferencias al mes. Claro, seguro no tomó en cuenta el montón de gente que sigue esperando el bono.
Más impuestos.
El Gobierno presentó una segunda propuesta de aumento de ingresos, la cual consiste es elevar el IVA a canasta básica tributaria del 1% al 13%, pero además gravar con esa tasa a los servicios de educación y salud privados, así como a los seguros.
Actualmente, la educación privada está exenta del pago del IVA. En tanto, los servicios de salud tienen un gravamen del 4%. En cuanto a los seguros, están exentas las primas de seguros de vida, riesgos del trabajo, agropecuarios y de viviendas de interés social.
Igualmente, en esta segunda propuesta, también se les devolverían a los hogares con menos recursos. Pagarían un 13% de impuesto, pero se les daría devuelta un monto equivalente al 14,5% del tributo pagado.
Según el Gobierno, ese beneficio cubriría unos ¢25.000 mensuales. En total, se trataría de una devolución a los hogares más pobres de unos ¢195.000 millones anuales.